Cinco Poemas para Payasos

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El arte de los payasos

En el escenario brillan con alegría,

los payasos, maestros de la fantasía.

Con nariz roja y risa contagiosa,

nos llenan de risas y de cosas hermosas.

Sus zapatos grandes enfrentan el mundo,

con pasos ligeros, siempre profundo.

En su rostro pintan sonrisas sinceras,

y con sus travesuras encienden hogueras.

Con sus chistes y ocurrencias genuinas,

los payasos nos curan las heridas.

Transforman las penas en carcajadas,

y nos llenan de alegría desbordada.

El circo es su morada, su gran hogar,

donde el público les aplaude sin cesar.

Dan vida a personajes extravagantes,

y con su arte iluminan instantes.

Los payasos son el alma del espectáculo,

nos regalan momentos inolvidables.

Con su magia, nos roban el corazón,

y nos enseñan el valor de la risa sin razón.

Por siempre les aplaudiremos con fervor,

porque los payasos son un tesoro de amor.

Su arte nos llena de gozo e ilusión,

y en sus bromas encontramos consolación.

El amor de un payaso

En el mundo del circo, donde la risa reina,

Habita un ser especial, el noble payaso,

Con su nariz roja y sus risas sin dueña,

Regala alegría, en cada paso que da.

Su rostro pintado, de colores vibrantes,

Eleva el ánimo, al más triste espectador,

Con sus travesuras, se lleva a los pequeños,

A un mundo mágico, lleno de ilusión y amor.

En su corazón, la melancolía habita,

Pues tras la risa, se esconde la soledad,

El payaso busca ser el faro de alegría,

Pero su felicidad, siempre es compartida.

Caminan las pistas, con sus grandes zapatotes,

Derrochando risas, con cada paso que dan,

Y aunque su vida es un constante juego,

Una lágrima silente, en ellos se oculta.

En el escenario, su arte se despliega,

Acrobacias, malabares y risas sin cesar,

Su entusiasmo y dedicación muestran,

Que los payasos, son verdaderos artistas de verdad.

A veces, se nos olvida que son humanos,

Busquemos en ellos, esa chispa de felicidad,

Agradezcamos su don de hacernos reír,

Porque el amor de un payaso, nunca pasará.

Payasos Sonrientes

En el circo de la risa, donde la alegría se despliega,Resplandecen los payasos con su magia única y su entrega.Sus rostros pintados, un arcoíris de emociones,Capturan nuestros corazones, llenándolos de ilusiones.

Con sus narices rojas y risas contagiosas,Los payasos nos sumergen en un mundo de maravillas hermosas.Sus zapatos gigantes pisan espinas sin dolor,Y nos enseñan que la risa es el mejor salvavidas del temor.

Envolviendo el escenario con su humor sin medida,Los payasos transforman la tristeza en risas atrevidas.Sus carcajadas viajan por el aire hasta el infinito,Haciendo que los problemas se alejen por completo.

Con sus acrobacias y piruetas de increíble destreza,Los payasos nos muestran que en cada caída, hay belleza.Sus risas ruedan junto a pelotas en equilibrio,Simbolizando que en los momentos difíciles, encontramos el alivio.

Revisten sus almas con trajes de mil colores,Los payasos despiertan en nosotros nuestros más puros amores.Nos enseñan a ser felices con las cosas más sencillas,Y nos brindan momentos llenos de risas y cosquillas.

En este circo de la vida, los payasos son nuestra guía,Recordándonos que la risa es la medicina más sabía.En cada sonrisa, hay una historia que contar,Y los payasos nos enseñan que juntos, podemos brillar.

El baile de los payasos

En un circo de risas y alegría,

bailan los payasos con algarabía.

Con sus trajes de colores brillantes,

y sus narices rojas, siempre radiantes.

En el escenario, sin más disfraz,

dibujan sonrisas en cada compás.

Sus zapatos enormes, hacen piruetas,

y el público ríe con grandes carcajadas.

Los payasos hacen malabares,

y en su baile convierten los aires.

Saltan y brincan con pura destreza,

y contagian felicidad en cada pieza.

Con un cascabel, empiezan su danza,

con la trompeta, entonan una alabanza.

Los payasos son magos de la risa,

que transforman tristezas en sonrisas.

En su arte, encuentran su pasión,

y regalan momentos de pura emoción.

En cada función, su amor desbordado,

convierte al público en un niño encantado.

Así es el baile de los payasos,

que llenan de alegría los espacios.

Nunca dejan de sorprendernos,

y con su arte, siempre emocionarnos.