Generador de poemas sobre sin nombrarlo de gongora
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Algunos Poemas sobre Sin Nombrarlo de Góngora creativos:
no podemos decir
sin nombrarlo,
no lo podemos decir,
y sin embargo,
todos sabemos
que existe.
es el amor
que no se atreve a pronunciar su nombre,
el deseo
que se esconde en lo mas profundo,
la pasión
que arde sin consumirse.
Es el fuego
que no se quema,
la llama
que no se apaga.
Es lo que nos mantiene vivos,
lo que nos hace sentir
que la vida merece la pena ser vivida.
sin nombrarlo,
no podemos decir
que no existe.
Basilio Ortiz
Para que las mentes mortales comprendan
Habla de ello, pero nunca lo nombra.
La cosa no dicha, la gran incógnita
el elefante en el cuarto
Él alude a ello en su poesía.
Lo insinúa en su conversación.
Pero ni una sola vez dice su nombre
Algunos dicen que es el gran tabú
Otros dicen que es simplemente demasiado bueno.
Para que las mentes mortales comprendan
Pero cualquiera que sea la razón,
Góngora nunca lo nombra
Y el mundo es más pobre por ello.
Francisco Campos
Nuevos Poemas sobre Sin Nombrarlo de Góngora que te pueden gustar
No importa cuanto me esfuerce
no puedo nombrarlo,
Pero sé que está ahí,
Acechando en las sombras,
Escondiéndose en la luz.
Puedo sentir que me mira,
Siguiendo cada uno de mis movimientos,
Esperando el momento adecuado
De huelga.
no puedo evitarlo,
No importa cuanto me esfuerce,
siempre está ahí,
persiguiendome.
no puedo escapar
Es una parte de mí ahora,
Y yo sé
Nunca seré el mismo.
Daniel Medina
No puedo nombrarlo
no puedo nombrarlo,
Pero sé que está ahí,
Persiguiéndome día y noche.
no puedo nombrarlo,
Pero siento que es poder,
Tirando de mí en su oscuro abrazo.
no puedo nombrarlo,
Pero veo su cara,
Sonriéndome burlonamente.
no puedo nombrarlo,
Pero sé su nombre,
Y lo temo.
Rafael Blasco
Atravesando mi alma
yo
Nunca olvidaré esos ojos,
La forma en que me miraron,
Atravesando mi alma,
Diciéndome todo lo que necesitaba saber.
Y en ese momento,
me di cuenta que estaba enamorada,
Pero nunca pronuncié su nombre,
Por miedo a que desapareciera.
II
A menudo me pregunto qué podría haber sido,
Si hubiera sido lo suficientemente valiente,
Para decir las palabras que estaban en mi corazón,
Y en mi cabeza.
Pero, ¡ay!, fui un cobarde,
Y dejo que el momento se escape,
Y ahora solo puedo soñar,
De lo que pudo haber sido.
Adrián Santiago