Cinco Poemas sobre la Anorexia

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Anorexia

En el abismo oscuro de la mente,
la anorexia se acurruca silente;
devorando sueños, carcomiendo vida,
un demonio cruel, una herida abierta.

En los ojos apagados y vacíos,
la tristeza implacable hace su nido;
donde antes hubo luz y alegría,
ahora solo hay sombras y agonía.

La anorexia, una lucha constante
contra el reflejo que al espejo cantas;
un deseo enfermizo por el control,
una batalla que hunde el corazón.

Los huesos asoman tras la piel,
testigos mudos de un dolor cruel;
la fragilidad se vuelve prisionera,
mientras el mundo parece ajeno y ligera.

Pero en la oscuridad siempre hay esperanza,
una mano que ofrece amor y confianza;
el camino hacia la curación se vislumbra,
cuando la voluntad se encuentra y se encumbra.

Recuerda que tu belleza no se mide
con números que impongan a tu vida;
eres valiosa, digna de ser amada,
y sanarás, confía en la alborada.

La anorexia se desvanecerá en la distancia,
y renacerás con fuerza y elegancia;
vuela libre, sin miedo a la caída,
reclama el amor y la vida con la risa.

¡Rompe las cadenas, sana tus heridas!
Tu fortaleza superará las barreras;
eres un faro de luz en la oscuridad,
un testimonio de que el alma puede sanar.

Anorexia

En las sombras del silencio te encuentras,flor marchita en un jardín olvidado,la anorexia, demonio que te devora,hambre insaciable que nunca es saciado.

En tus huesos se esconde el dolor,un grito mudo que nunca es oído,tu cuerpo frágil, desgastado y pálido,reflejo triste de un pasado perdido.

No sabes que en tus ojos hay un brillo,una luz que se ha ido desvaneciendo,en tu lucha interna te has ido sumiendo,sin comprender las heridas que estás abriendo.

La sociedad te dicta cánones de belleza,imágenes idealizadas y engañosas,pero no ves que en tus imperfecciones,hay una belleza única y valiosa.

El amor propio se ha desvanecido,entre los miedos y la inseguridad,pero en lo más profundo de tu ser,aún hay fuerza para renacer de nuevo, en realidad.

Quisiera ser un susurro de esperanza,llevarte al camino de la verdadera paz,donde descubras que la belleza radica,en aceptarte y amarte tal como eres, sin disfraz.

La anorexia no define tu valía,no eres una sombra, eres una flor,permite que tus pétalos vuelvan a brillar,libérate de este oscuro y frío dolor.

Quiero verte resurgir cual mariposa,volar alto, libre y llena de alegría,y que encuentres en la vida una hermosa melodía,donde la anorexia no tenga cabida.

Entre la sombra y el espejo

En la delgadez se esconde el tormento,donde la anorexia te lleva al abismo,fragilidad y debilidad en cada alimento,un cuerpo marchito y un suspiro de egoísmo.

Anhelos desvanecidos

En la búsqueda de una imagen perfecta,la mente se pierde en un deseo enfermizo,la vida se desvanece ante la afrenta,y en el espejo solo queda lo gris y lo preciso.

Grito en silencio

El alma suplica ayuda, grita en silencio,sus lágrimas son invisibles en su delirio,mientras el temor crece sin detenimiento,anhelando escapar de este cruel martirio.

Esperanza dormida

Pero en el abismo aún queda un destello,la esperanza duerme en algún rincón,la recuperación en cada suspiro se sella,renaciendo el amor propio, la fuerza y la pasión.

Renacer

Dejar atrás la sombra y abrazar la vida,recobrar salud, alegría y vitalidad,volar libre, sin temores, sin caída,un nuevo amanecer en la eternidad.

Anorexia: Un poema sobre la lucha interna

En lo profundo de un cuerpo frágil y delgado,

Se oculta una batalla en silencio,

La anorexia, cruel y despiadada,

Un enemigo que consume con premio.

En el espejo se refleja su tristeza,

Un refugio oscuro de inseguridad,

Se ve flaqueza, pero no hay belleza,

En el hambre que le impide prosperar.

Alimenta el temor de no ser suficiente,

De no cumplir con los estándares sin sentido,

Convirtiendo cada bocado en resistencia,

Olvidando el amor propio, perdido.

Pero detrás de ese velo de tristeza,

Como un sol oculto detrás de la nube,

Brilla la esperanza, llena de fortaleza,

Una llama interior que nunca se consume.

La anorexia no define su esencia,

Pues en su interior hay fuerza y valentía,

Quiere sanar, romper esa dependencia,

Renacer como mariposa cada día.

Entonces, extiende tus alas hacia la vida,

Combate los miedos, confía en ti misma,

Busca apoyo y sana, sin medida,

Porque mereces una existencia plena.

Recuerda siempre, bella maravilla,

Tus ciclos y curvas tienen un propósito,

Eres más que tu imagen, eres brillante y sencilla,

Enfrenta a la anorexia, sé tu propio abrazo infinito.

Anorexia

En las sombras de un sueño desgarrador,

Donde el hambre castiga con saña,

Se oculta la tristeza de un corazón,

Atrapado en los grilletes de la anorexia.

Las cicatrices silenciosas se esconden,

En la piel pálida que se desvanece,

Los ojos perdidos en un enfoque distorsionado,

Buscan en vano la imagen que se desvanece.

La mente se enreda en un laberinto oscuro,

La lucha constante contra los espejismos mentirosos,

La obsesión por el control y la perfección,

Devoran poco a poco la esencia misma del ser.

Pero en ese abismo, hay luz esperando,

La mano amiga extendida en el horizonte,

El amor incondicional que sana las heridas,

Y recuerda que siempre hay una razón para vivir.

La belleza no está en el tamaño o la forma,

Sino en la esencia de cada ser único y valioso,

La fortaleza se encuentra en aceptar la ayuda,

La esperanza en encontrar un camino hacia la curación.

Así que levanta la mirada, camina con valentía,

Deja atrás las cadenas que te oprimen,

Permite que la vida florezca en tu ser,

Y busca la luz que disipa la anorexia.

Anorexia: El grito silencioso

En lo más profundo del suspiro dolorido,se esconde un grito sin voz, aun no oído,la anorexia, cruel enemiga del amor,consumiendo el alma, sin ningún pudor.

Un cuerpo frágil, huesos como hilos de seda,la vida se desvanece, lenta pero queda,hambrienta de perfección y control absoluto,la mirada perdida, reflejo de un corazón en disputa.

La mente, prisión que aprisiona la alegría,pensamientos distorsionados en cada hora del día,la imagen reflejada, enemiga sin piedad,engañando al espejo, distorsión de realidad.

Oh, dulce niña, atrapada en el vértigo del vacío,tu valía no se mide en un cuerpo demacrado y sombrío,tu esencia trasciende a las miradas ajenas,eres más que un número, más que las condenas.

Escucha mi voz, que rompe el manto de silencio,la anorexia no define tu valor, no seas su concierto,abre tus alas, vuela libre hacia la felicidad,abrázate con amor, renace en cada amanecer, sin piedad.

No estás sola, querida, el apoyo te envuelve,busca el refugio en quienes te entienden y te quieren,construye tu fuerza en cada paso hacia la recuperación,la esperanza siempre aguarda, lista para tu salvación.

La anorexia, enemiga silenciosa, puede ser vencida,con amor propio y tratamientos, la vida se reconstruye,tu única medida debe ser la felicidad que te alumbra,abandona las cadenas, encuentra en ti la cura.

Recuerda, hermoso ser, que en cada latido de tu ser,se esconde una fortaleza indomable, lista para renacer,la anorexia no definirá tu camino, tu destino,eres luz, eres fuerza, eres amor divino.

Anorexia

En el oscuro abismo de un dolor silente,

se oculta el monstruo que a la vida desafía,

la anorexia, implacable como serpiente,

devora sueños y esperanzas día a día.

Sus garras afiladas marcan la figura,

de quienes caen presas de su cruel dominio,

desdibujando la esencia y la hermosura,

que yace oculta tras un cuerpo tan minio.

En los ojos vacíos no hay una centella,

la luz se desvanece en su penumbra fría,

la anorexia, cual vendaval que azota y atropella,

consume la alegría y la vida se desvía.

Los huesos se vuelven milagro de supervivencia,

la fragilidad los envuelve como un velo,

la anorexia gime con su dulce cadencia,

impidiendo que el amor los toque con anhelo.

Pero en medio de la sombra y el desconsuelo,

surge la luz tenaz, un brillo que no se apaga,

la esperanza en el corazón se hace anhelo,

y en la lucha diaria la voluntad se agarra.

La recuperación tarda, pero es posible,

la anorexia no tiene que ser destino eterno,

con amor y apoyo, el alma indomable se audible,

y se alza victoriosa, dejando atrás el invierno.

Porque el amor y la vida son más fuertes,

que cualquier oscuridad que pretendan imponer,

la anorexia se desvanece entre las suertes,

y renace la belleza que vuelve a florecer.

Anorexia: Una lucha interna

En los laberintos del alma, donde el dolor se esconde,se teje una batalla, una lucha sin cesar,la anorexia, fiero tormento, sus garras despliega,en un cuerpo frágil, que desea escapar.

Se mira al espejo, se ve imperfección,la imagen distorsionada refleja su verdad,los dulces suspiros de la vida, se marchitan,mientras el hambre inducido, reina en su ansiedad.

Una mente afligida, encadenada en obsesiones,persiguiendo un ideal inalcanzable, cruel añoranza,el amor propio se desvanece, se desgasta,como hojas secas en el viento, en su danza.

El mundo se torna ajeno, un enemigo silente,susurra mentiras y lecciones de autodestrucción,mientras la sombra de la soledad la envuelve,dejando marcas profundas en su frágil corazón.

Pero entre la oscuridad yace una luz tenue,el amor incondicional de aquellos que comprenden,familia, amigos, apoyo verdadero, entendimiento,en sus brazos albergan esperanzas, todo lo que aprenden.

La senda hacia la sanación es un camino difícil,pero la fuerza interior, valiente y resiliente,se eleva con determinación, escapando de la prisión,en busca del balance, la salud que tanto se anhela en presente.

Oh, anorexia, cruel verdugo, no podrás vencer,las almas guerreras en cada amanecer,la belleza reside en la aceptación y amor propio,recobrando la vida, floreciendo como una flor cuyo perfume aún podemos ver.

Anorexia

En los confines de una mirada ausente,

se esconden penas que a veces son invisibles,

y en el silencio sombrío de la mente,

se fragua una batalla incomprendida y terrible.

La anorexia, espejo distorsionado,

de una belleza que se torna esquiva,

devorando sueños y anhelos amados,

volviendo el cuerpo pálido, frágil y cautiva.

En milimétricas porciones calculadas,

se encuentra la agonía de no ser suficiente,

calculando calorías, esperanzas devastadas,

entre lágrimas perdidas tristemente impacientes.

Sus manos, cuencas de huesos y tristeza,

muestran una lucha silente y constante,

desangrando los recuerdos de la belleza,

haciendo del espejo su peor enemigo flagrante.

Pero en cada sombra hay rastros de luz,

en cada herida la esperanza todavía vive,

porque el amor y el apoyo nunca se reduzcan,

envolvamos a aquellos con ternura y alivio.

Dejemos de lado los prejuicios de la mirada,

y escuchemos el clamor desde lo más hondo,

brindemos comprensión sin dar nada por sentado,

y juntos, rompamos el silencio más profundo.

Porque cada vida vale lo que pesa en amor,

no en números, ni en estereotipos impuestos,

y así, entre abrazos, se puede vencer el dolor,

para iniciar un camino de sanación y progreso.

Anorexia

En la sombra de la noche, se esconden sus huesos frágiles,una silueta que se desvanece con el viento,el oscuro abismo de la anorexia la consume,su alma herida por el peso que no lleva.

Los espejos le devuelven una imagen distorsionada,una lucha constante por alcanzar la perfección,pero en su afán por controlar su cuerpo,se pierde en un laberinto de inseguridades.

Anhela desaparecer entre las sombras,su voz callada por el grito de su estómago vacío,su piel pálida como la luna en la oscuridad,su corazón latiendo débilmente en su pecho.

Pero detrás de esa apariencia frágil y quebradiza,se esconde una fortaleza inquebrantable,una luz que lucha por brillar en la oscuridad,una mujer valiente que merece ser amada.

Anorexia, cruel enemiga invisible,deja de torturar su cuerpo vulnerable,deja que la libertad llene su ser,y que su belleza florezca sin miedo ni dolor.