5 Poemas sobre Enfado

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Enfado

Como olas furiosas en el mar embravecido,

así brota el enfado en mi ser afligido.

Un torbellino de ira que no puedo controlar,

una tormenta en mi alma que no puedo apaciguar.

El enfado se apodera de mi mente y corazón,

me consume lentamente sin piedad ni compasión.

Me hace perder la calma y rompe mi tranquilidad,

es un veneno que se extiende, en mi interior se hace realidad.

Pero en medio de la ira y la rabia que me embarga,

recuerdo que la paz y la armonía no se esfuman ni se amargan.

A través del enfado, aprendo a ser más fuerte y valiente,

a controlar mis impulsos y buscar soluciones diferentes.

El enfado es un maestro que me enseña tantas lecciones,

me muestra mis debilidades y mis contradicciones.

Pero también me impulsa a crecer y a superarme,

a no sucumbir ante las adversidades y levantarme.

Así que abrazo el enfado como parte de mi existencia,

pero no permito que domine mi esencia.

Procuro transformar mi ira en amor y comprensión,

encontrando la paz en medio de la turbación.

Porque el enfado puede ser un motor de cambio,

una oportunidad para crecer y no quedarme en el mismo rango.

Y así, con paciencia y sabiduría, lograré dominarlo,

y convertirlo en una fuerza positiva que siempre acompañe mi camino.

Enfado

Cuando la ira invade mi ser,y mi corazón empieza a arder,busco refugio en el papel,donde vuelco mis sentimientos crueles.

Las palabras, como puñales afilados,golpean en un mar de desgraciados,pero en ese torrente de furia y rencor,encuentro el alivio de mi dolor.

En cada verso que nace de mi rabia,desahogo la tormenta que me acaricia,mis versos se tiñen de un amargo sabor,pero me ayudan a liberar mi ardor.

El enfado es un monstruo poderoso,que asfixia y corroe como un veneno envidioso,pero en mi pluma encuentro la catarsis,que me libera de esta prisión infeliz.

Así que escribiré con pasión y locura,sacando a relucir mi furia más oscura,pero al final de cada verso encontrado,mi alma se calma y encuentro el descanso anhelado.

Enfado, mi enemigo y amigo a la vez,en tus garras me pierdo y renazco a la vez,a través de la tinta y el papel,transformo mi ira en un canto de piel.

Enfado

El enfado me consume como llamas de fuego,

susurra en mi mente y me envuelve en desvelo.

Es como un torbellino que nubla mis sentidos,

y enreda mis pensamientos en tristes enredos.

El enfado es una tormenta que agita mi ser,

provocando tempestades que no puedo contener.

Me embriaga el furor y me impide razonar,

es un huracán que amenaza con arrastrarme hacia el abismo del pesar.

Pero en medio de la oscuridad, una luz surge en mi interior,

recordándome que el enfado es solo un vaivén del dolor.

Es un llamado a la calma y a encontrar el perdón,

a liberarme de las cadenas que atan mi corazón.

En el enfado encuentro la oportunidad de crecer,

de aprender a controlar la ira y dejarla perecer.

Es un desafío a encontrar la paz y la serenidad,

a dejar atrás las heridas y sanar la eternidad.

Así que abrazo mi enfado como un maestro sabio y cruel,

que me muestra el camino hacia la paz interior que anhelo tener.

Agradezco sus lecciones y lo dejo partir,

porque ahora sé que puedo elegir cómo quiero vivir.

Enfado

Cuando el enfado toma mi ser
Se despiertan tormentas en mi interior,
El sol se oculta tras densas nubes,
Y mi corazón se planta en rebeldía.

Las palabras se vuelven afiladas dagas,
Que hieren como el filo de una navaja,
Los gestos se vuelven fríos y distantes,
Y todos los sueños se disuelven en el aire.

El enfado eriza mi piel y envenena mis pensamientos,
Se adueña de mi mente y oscurece mis sentimientos,
Las lágrimas se desbordan en torrentes descontrolados,
Mientras mi ser se pierde en un abismo desolado.

Pero cuando la calma llega como bálsamo
Y el enfado se desvanece como un mal sueño,
El perdón y la comprensión abrazan mi corazón,
Retornando a mí el amor y la paz que me son propios.

Porque el enfado, como una tormenta fugaz,
Es necesario para apreciar la serenidad,
Y recordarnos que el amor y el perdón
Son las llaves que abren las puertas de la felicidad.

Enfado

En las profundidades de mi ser,se oculta un fuego que arde sin cesar.Es la llama del enfado,que consume mi ser y no puedo sofocar.

Como tormenta furiosa,las palabras salen de mi boca sin control.Las lágrimas caen como lluvia amarga,y mi corazón se rompe en mil pedazos.

Pero detrás de este velo de ira,hay un alma llena de pasión y amor.El enfado es solo una máscara,que oculta la tristeza y el dolor.

Oh, enfado, destruidor de puentes,conviértete en el viento que se lleva este tormento.Deja que la calma vuelva a mi ser,y que consuele mi corazón sediento.

Enfado, ¿por qué me aprisionas así?Libera mi ser de este oscuro abismo.Permíteme encontrar la paz perdida,y dejar que el amor sea mi nuevo credo.

Que mi voz se convierta en susurro,y que mis manos se alzan en perdón.Que el enfado se disipe en el viento,y que la paz se instale en mi corazón.

El Enfado

Un calor intenso recorre mis venas,el enfado se gesta en mi pecho,como una tormenta que se avecina,nublando mi razón y mi reflejo.Las palabras duras salen de mis labios,como dagas afiladas cortando el aire,mi corazón late con fuerza desmedida,y mi mente se pierde en un mar de desaires.La rabia domina mi ser por un instante,y siento que el mundo se desmorona,pero pronto llega la calma y la cordura,y comprendo que el enfado solo envenena.Respiro hondo y dejo que se disipe,la ira que amenazaba con consumirme,porque sé que el amor y la paciencia,siempre serán más fuertes y me redimirán.

Enfado

En el corazón arde la llama del enfado,como un volcán, listo para explotar,las palabras salen cortantes como espadas,los gestos son puñales listos para clavar.El rostro se torna serio y sombrío,los ojos brillan con intensidad,el alma se nubla de oscuridad,y la ira se apodera del ser vacío.El enfado es un huracán que arrasa,destruyendo todo a su paso,pero también es un mar revuelto,que ahoga con su furia desatada.Pero tras la tormenta siempre viene la calma,el enfado se disipa como la niebla al amanecer,quedando solo la paz y la serenidad,para volver a empezar de nuevo a florecer.

Enfado

En lo más profundo de mi ser, late un sentimiento de ira, un fuego que consume todo a su paso, un vendaval de emociones turbulentas. Las palabras cortantes salen de mi boca, como dardos envenenados que hieren, la calma se desvanece ante la tormenta, y el enfado se apodera de mi ser. Pero en medio de esta vorágine de emociones, encuentro la claridad en la tempestad, la oportunidad de sanar las heridas, de redimirme ante mis propios demonios. El enfado es un maestro implacable, una señal de que algo no marcha bien, una oportunidad para crecer y transformar, la rabia en compasión, el rencor en perdón. Así que abrazo mi enfado con valentía, reconociendo su poder y su fragilidad, permitiéndome sentirlo y soltarlo, para renacer como un ser más sabio y amoroso.