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5 Mejores Poemas sobre la Muerte de Cristo

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La Muerte de Cristo

En un acto de amor supremo y eterno,

Cristo en la cruz entregó su vida,

Por nosotros pecadores, sin mérito,

En ese cruel final, gran herida.

Clavado en madera, sintiendo el dolor,

Sus manos y pies recibieron los clavos,

Nuestro Salvador, llevando el peso mayor,

Nos mostró el camino hacia los sabios.

Con su rostro lleno de perdón y gracia,

Padeció por nuestras transgresiones,

Cayendo bajo el peso de nuestra desgracia,

Para redimir nuestras oscuras acciones.

El cielo tembló y lloró con amargura,

Mientras el sol se oscureció por duelo,

La muerte de Cristo, un sacrificio refulgente,

Que abrió las puertas a un nuevo anhelo.

La sangre derramada, en cada gota,

Limpió nuestras almas del pecado.

En sus heridas encontramos la roca,

Donde reposar de todo mal asechado.

La muerte de Cristo no es un final triste,

Es el inicio de vida renovada,

En su sacrificio encontramos el respiro,

La esperanza de una nueva madrugada.

Que el recuerdo de su muerte nos inspire,

A vivir como él, con amor y perdón,

A seguir siempre su mensaje y ejemplos,

Hasta alcanzar la salvación.

La Muerte de Cristo

En el oscuro monte Calvario,

un hombre se entregó por amor,

con dolor y sacrificio divinos,

Jesús llevó el peso de nuestro pecado.

Su sufrimiento no tuvo medida,

clavado en una cruz de madera,

sus manos y pies heridos y ensangrentados,

todo por salvar a la humanidad desdichada.

En sus ojos se vio compasión eterna,

una mirada llena de perdón y bondad,

mientras su alma se consumía,

por la redención de nuestra maldad.

Sus últimas palabras resonaron en el aire,

palabras de amor y esperanza sin igual,

“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”,

un mensaje de amor divino sin cesar.

La oscuridad cubrió aquel momento sagrado,

el velo del templo se rasgó en dos,

el mundo entero se estremeció y lloró,

la muerte de Cristo nos trajo la luz.

Pero su sacrificio no fue en vano,

al tercer día, resucitó glorioso,

rompiendo las cadenas del pecado,

ofreciéndonos la vida eterna y victoria.

Entonces, celebremos su sacrificio,

recordemos su amor sin igual,

la muerte de Cristo nos trajo la redención,

y en sus brazos encontramos paz celestial.

La Muerte de Cristo

En el monte del calvario,entre sombras y dolor,se entregó el hijo amado,Jesús, el Redentor.

La cruz fue su destino,cargado de aflicción,y en su rostro divino,se veía compasión.

Sus manos traspasadas,con amor y perdón,nos muestran el camino,hacia la redención.

La sangre derramada,por todos los pecados,nos muestra su bondad,y el amor desbordado.

En aquel sacrificio,se sanan las heridas,y en su amor tan profundo,encontramos la vida.

Cristo murió en la cruz,su sacrificio eterno,nos muestra el camino,hacia la paz y el sufrimiento.

En su muerte encontramos,esperanza y salvación,Cristo resucitó,para dar vida en abundación.

Así, en su muerte y resurrección,encontramos nuestra fe,porque Jesús, el Señor,es nuestra eterna ley.

La Muerte de Cristo

En el monte Gólgota se consumó el sacrificio,donde el Hijo de Dios derramó su amor y bálsamo.En la cruz colgado, con dolor y agonía,Cristo entregó su vida, sin pedir nada a cambio.

Los clavos penetraron sus manos y pies,sus heridas sangraban, un espectáculo cruel.Pero en medio del sufrimiento y de su desdén,Jesús ofreció perdón en un acto tan fiel.

La multitud observaba, incrédula y sin compasión,mientras Cristo sufría, sin merecer tal situación.Consciente de su misión, llevó el peso del pecado,para que el mundo entero pudiera ser salvado.

En aquel sombrío momento se hizo el cielo oscuro,las tinieblas cubrían la tierra, todo fue incierto.El sacrificio perfecto, tan valioso y puro,Cristo ofreciendo su vida, ¡quedará siempre abierto!

El velo del templo se rasgó en dos,la muerte de Cristo trajo vida y redención.Con su sangre derramada, todo se volvió nuevo,un camino hacia la esperanza, una gran bendición.

La muerte de Cristo nos enseña el amor divino,un amor incondicional y verdadero.Nos muestra el sacrificio más grande y genuino,una prueba de que Él es nuestro único Guerrero.

En su sepulcro descansó por tres días,pero la muerte no pudo retenerlo por siempre.Cristo resucitó, venciendo toda agonía,para ofrecernos vida eterna y paz eternamente.

Oh, la muerte de Cristo, un suceso tan sublime,donde el amor más grande se reveló.En la cruz pende su legado, por siempre nos redime,un acto de amor infinito, loado y adorado.

La Muerte de Cristo

En un sombrío y triste amanecer,

La luz se diluye, el cielo empieza a oscurecer,

Cristo camina firme hacia su destino,

Sabe que por amor, dará su vida en el camino.

El dolor envuelve su rostro sereno,

El peso del pecado carga sin freno,

Clavos en las manos, corona de espinas en su frente,

Así su amor eterno al mundo es presente.

Con cada herida, su alma se desangra,

Sufre en silencio, su amor no cambia,

Por nuestro pecado, sus lágrimas caen,

La muerte en su cuerpo se vuelve una condena ingénita.

De rodillas clava la madera en la colina,

En agonía, su alma se avecina,

Gritos de angustia llenan el aire,

El mundo entero llora su partida, sin poderlo reparar.

Su último aliento envuelto en amor,

Perdona a los que guardan rencor,

Su sacrificio puro y verdadero,

Abre las puertas del cielo, hace libre al mundo entero.

La muerte de Cristo nos trae esperanza,

Renueva nuestra fe y nos da confianza,

En su resurrección encontramos la vida,

En su sacrificio eterno, encontramos la salvación tan precisa.

La Muerte de Cristo

En la colina del Calvario, el sacrificio fue cumplido,Cristo, con amor y gracia, a la humanidad redimió.Clavado en la cruz, su sangre derramada,Abrió las puertas del cielo con su muerte consagrada.

Desde el Gólgota se escuchó un lamento,Lágrimas brotaron y el sol se ocultó en tormento.En ese místico instante, la tierra tembló,Y en la cruz sufría aquel que por amor entregó.

Su cuerpo herido, su alma en agonía,Soportó el peso de la culpa y la felonía.Pero en medio de ese oscuro sufrimiento,El perdón y la esperanza se vistieron de aliento.

Los clavos en sus manos y en sus pies,Eran el símbolo de amor que nunca desvanece.Lados traspasados por una lanza,Representaban su sacrificio en alabanza.

En ese trágico momento, una promesa nació,La vida eterna, por el sacrificio se nos otorgó.Cristo murió para que nosotros pudiéramos vivir,En su amor y gracia, siempre ha de existir.

La muerte de Cristo, un acto de amor supremo,Nos mostró el camino a un destino eterno.Por su entrega generosa y sublime,Nos rescató de la muerte, trayéndonos vida en simiente.

Entonces, ante la cruz nos rendimos en gratitud,Por el regalo de amor y redención con plenitud.La muerte de Cristo, un poema sagrado,Que nos invita a vivir bajo su manto divino y consagrado.

La muerte de Cristo

En la cruz clavado, su cuerpo sufrió
La sangre sagrada, por nuestros pecados derramó
Con amor infinito, su vida entregó
Por cada uno de nosotros, su sacrificio se mostró

Su mirada de perdón, nos cubre de paz
En su agonía suprema, redención nos da
En la muerte de Cristo, encontramos amor sin igual
Su sacrificio eterno, nos libra del mal

En la cruz murió, para que vivamos en libertad
Su sacrificio perfecto, nos guía a la verdad
En su resurrección, encontramos la esperanza
La muerte de Cristo, nos salva con su fragancia

La muerte de Cristo

En aquella cruz clavado, pudo sentir el dolor más profundo, pero su amor por nosotros lo mantuvo firme, entregando su vida para salvar al mundo.

Sus manos y pies perforados, su corazón lleno de reconciliación, pagó el precio por nuestros pecados, dándonos la salvación.

En su último suspiro, se escuchó su voz clamar, "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu", y así su vida se fue a pesar.

Pero su muerte no fue en vano, pues al tercer día resucitó, venciendo al pecado y a la muerte, dando esperanza a todo aquel que creyó.

Por eso recordamos su sacrificio, su amor inmenso e inigualable, y seguiremos su ejemplo de humildad, porque en su muerte encontramos vida imperecedera.

La muerte de Cristo

En un monte lejano yace el cuerpo de Cristo,clavado en la cruz por nuestro sacrificio.Su sangre derramada por amor infinito,nos da esperanza y paz en medio del sufrir.

Sus manos perforadas, su rostro desfigurado,soportó el peso de nuestros pecados.En esa cruz murió el hijo amado,para que en Él encontremos consuelo y amparo.

La muerte de Cristo no fue en vano,nos enseñó el camino a la vida eterna.En ese sacrificio sublime y soberano,hallamos perdón y redención eterna.

Así que en su muerte encontramos vida,en su sacrificio hallamos gracia.Cristo, el redentor, nos da la bienvenida,a su reino de amor y esperanza.

La muerte de Cristo

En la cruz el Salvador clavado,su sangre derramada por amor,por nuestros pecados, fue inmolado,demostrando así su divino fervor.

En su doloroso sacrificio,encontramos redención y paz,su amor eterno, nuestro beneficio,nunca olvidaremos su gran haz.

¡Oh dulce Jesús, cuánto padecistepara salvarnos del pecado!En la cruz tu amor nos viste,por siempre serás recordado.

Lee estos Poemas sobre la Muerte de Cristo cortos

Y se levantó de nuevo

El murió por nuestros pecados
fue crucificado
Sangraba y sufría
Y él murió

Pero en ese fatídico día
Él venció a la muerte
Y se levantó de nuevo

El es el Señor de Señores
El es el Rey de Reyes

Y a través de su muerte
tenemos vida eterna

Kiefer Villanueva

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Lindo Poema sobre la Muerte de Cristo, Poemas sobre la Muerte de Cristo

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Y ahora está sentado a la diestra de Dios

El murió por nuestros pecados
fue crucificado
Sangraba y sufría
Pero lo hizo por nosotros.
Murió para que pudiéramos ser perdonados.
y tener vida eterna

El era el hijo de Dios
Y vino a la tierra para salvarnos
fue un ejemplo perfecto
De cómo debemos vivir
Y como debemos amar

Fue traicionado por uno de los suyos.
Y negado por sus amigos
Pero aun así los perdonó.
Y él todavía los amaba

fue golpeado y torturado
Pero nunca dejó de luchar.
Nunca dejó de creer
Que podamos ser salvos

Y al final murió
Pero su muerte no fue el final.
Porque venció a la muerte
Y se levantó de nuevo

Y ahora está sentado a la diestra de Dios
Y el intercede por nosotros
El es nuestro abogado
y nuestro amigo

Y un día lo volveremos a ver
Y estaremos con él para siempre.
En el paraíso

Yazmina Villar

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Excelente Poema sobre la Muerte de Cristo, 5 Poemas sobre la Muerte de Cristo

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Lee estos Poemas sobre la Muerte de Cristo cortos:

Y ahora está sentado a la diestra del Padre

El era el hijo de Dios

Vino a la tierra para salvarnos de nuestros pecados

fue crucificado y murió por nosotros

Pero al tercer día resucitó

Y ahora está sentado a la diestra del Padre

Y lo volveremos a ver

Cuando nosotros mismos morimos

e ir al cielo

Inocencio Escobar

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Reflexivo Poema sobre la Muerte de Cristo, Poemas sobre la Muerte de Cristo

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El era quien consolaba a los afligidos

Él era la luz en la oscuridad.
Él era la esperanza en la desesperación
Él era el amor en el odio

Y ahora se ha ido

El era el que curaba a los enfermos
Él era el que daba de comer a los hambrientos.
El era quien consolaba a los afligidos

Y ahora se ha ido

Él fue quien nos mostró el camino.
El fue quien perdonó nuestros pecados
Él fue quien murió por nosotros.

Y ahora se ha ido

pero el no se olvida
Él sigue siendo la luz en la oscuridad.
Él sigue siendo la esperanza en la desesperación.
Él sigue siendo el amor en el odio

Y él nunca se irá

Ozías Acosta

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Hermoso Poema sobre la Muerte de Cristo, 5 Poemas sobre la Muerte de Cristo

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Él murió para salvarnos a todos

El era el hijo de Dios
Fue enviado a la Tierra para salvarnos.
murió en la cruz
Se sacrificó por nuestros pecados

El era el Cordero perfecto
Su sangre fue derramada por todos
tomó nuestro lugar
Murió para que pudiéramos vivir.

fue golpeado y magullado
Fue burlado y despreciado
Él fue asesinado por nuestro bien
Murió para que pudiéramos ser perdonados.

El era el Hijo del Hombre
El era el Hijo de Dios
Él murió para salvarnos a todos.

De nuestro pecado y vergüenza
Resucitó para darnos vida
El es nuestra esperanza y salvación
El es el Señor de todos

Alejandro Cano

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