Cinco Poemas sobre Sentirse Preso

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Prisionero de mi alma

Encerrado en las sombras de mi mente,

Siento cómo la libertad se desvanece.

Como un ave que anhela volar en el cielo,

Me encuentro atrapado, sin poder desvelo.

Las cadenas invisibles me aprisionan,

Mis pensamientos como barro se fusionan.

Soy un prisionero de mi propio ser,

Anhelando un escape, sin saber qué hacer.

Los muros de la rutina me cohíben,

El mundo exterior a mis sueños prohíben.

El tiempo se escapa entre mis dedos,

Sintiendo que en esta cárcel me quedo.

Las emociones encarceladas en el pecho,

Afloran con fuerza, buscando deshecho.

Susurran al oído, me piden que escape,

Pero el miedo me aferra, me hace un cobarde.

Anhelo ser libre, surcar los cielos azules,

Afuera de esta jaula, lejos de mis lamentos.

Desplegar las alas y volar sin destino,

Dejar atrás las sombras, brillar como el sol fino.

Aunque me sienta atrapado, sé en mi interior,

Que la verdadera libertad es un ardiente fervor.

El amor y la esperanza son las llaves,

Que desatarán las cadenas y abrirán las entradas.

Prisionero de mi alma, pero no por siempre,

En mis manos reside el poder de volar como el viento.

Haré añicos los barrotes, romperé mis barreras,

Y surcaré el universo en busca de nuevas primaveras.

Sentirse Preso

En las sombras de mi mente, me encuentro encerrado,

Como un pájaro sin alas, con el corazón quebrado.

Preso en un laberinto de pensamientos y temores,

Sin encontrar una salida, sin abrir las puertas.

Condenado a la jaula de mis propias emociones,

Las cadenas invisibles envuelven mis ilusiones.

Las paredes estrechas me aprisionan en su abrazo,

Susurran sus secretos oscuros, susurran el fracaso.

Pero en medio de la oscuridad, un destello de luz,

La esperanza florece, una brisa que me seduce.

Las alas del alma luchan por desplegarse,

Desafiando las ataduras, buscando liberarse.

Y así, en cada latido, en cada pensamiento,

Descubro que la prisión no es un tormento.

Es el camino hacia la libertad interior,

Un regalo que transforma, un renacer en amor.

Porque incluso en las sombras, se esconde la paz,

El poder de transformar la cárcel en solaz.

Sentirse preso puede abrirnos los ojos,

Para apreciar el valor de cada uno de nuestros pasos.

Y en el vuelo hacia la libertad, encontraremos la belleza,

La magia de ser libres, sin miedo a la tristeza.

Pues somos más fuertes, más sabios y auténticos,

Cuando aprendemos a sentirnos presos, pero también líricos.

Preso en mi propio ser

Entre las cuatro paredes de mi mente,

me siento atrapado, sin poder escapar,

como un pájaro que anhela volar,

pero sus alas están inmovilizadas.

La ansiedad se aferra a mis pensamientos,

encadenándolos uno a uno sin piedad,

siento el peso de la incertidumbre en mi corazón,

como un preso que espera su libertad.

Las horas pasan lentamente,

los días se tornan en una prisión silenciosa,

mis deseos y sueños se ven aprisionados,

y mi alma se desgasta, melancólica y ansiosa.

Me miro al espejo y no reconozco al hombre,

que alguna vez soñó con conquistar el mundo,

ahora sus sueños están sepultados,

bajo la desesperanza de estar inmundo.

Pero incluso en mi cautiverio interno,

hay una pequeña llama que se resiste a apagarse,

una voz susurrando desde lo más profundo,

que me anima a buscar una salida para liberarme.

Así que mi corazón y mi mente,

luchan juntos día tras día,

rompiendo las cadenas de la tristeza,

para volver a encontrar la alegría.

Aunque me sienta preso en este momento,

mantengo la fe en que pronto seré libre,

porque sé que dentro de mí,

está la fortaleza para superar cualquier adversidad que se me presente.

Sentirse preso

En la cárcel del alma, me encuentro yo,atrapado entre los barrotes invisibles del dolor.Mi corazón aprisionado, sin poder escapar,mi espíritu encadenado, sin poder volar.

Las paredes me rodean, sin piedad alguna,el tiempo se detiene, la esperanza se esfuma.Mis pensamientos son los grilletes que me atan,mi libertad se ha perdido, en la oscuridad se desatan.

El miedo me acecha, como un guardián silente,me atrapa en su prisión, no hay salida aparente.El aire que respiro es denso y opresivo,mi ser se agota, mi ser se vuelve cautivo.

Pero dentro de mí, hay una llama que arde,una fuerza indomable que nunca se parte.Es la luz de la esperanza, buscando su camino,la voluntad de rebelarse, de romper el destino.

Sé que hay un mundo afuera, esperándome,con horizontes amplios y posibilidades infinitas.No importa cuán oscuro sea mi presente,siempre encontraré fuerzas, para ser valiente.

Aunque me sienta preso, mi espíritu es libre,nadie puede aprisionar mis sueños, ni extinguir mi fuego.Buscaré la llave que abra esta prisión interna,moveré montañas, daré paso a mi eterna ternura.

Y cuando al fin rompa estas cadenas,abrazaré la vida con todas mis fuerzas serenas.Libre seré, sin más ataduras que el amor,escalaré montañas y renaceré en esplendor.