Cinco Poemas sobre Carnavalito

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Carnavalito

En las altas montañas, donde el viento canta,

Resuena un dulce eco que mi alma encanta.

El carnavalito, con su melodía celestial,

Envuelve mis sentidos y me hace volar.

Los niños bailan, con sus risas de cristal,

Mientras las flores adornan el lugar.

Los corazones se llenan de alegría,

Y el carnavalito nos hace compañía.

Los colores brillan en cada rincón,

Mientras el sol sonríe y nos da su bendición.

El ritmo se apodera de nuestros pies,

Y nos permite soñar con lo que queremos ser.

El carnavalito nos invita a vibrar,

A dejar atrás todas nuestras penas y llorar.

Nos abraza con su abanico de emociones,

Y nos lleva por caminos de ilusiones.

Oh, carnavalito, dulce melodía,

Eres el alma de toda esta armonía.

Nos unes, nos mueves, nos haces sentir,

Que la vida es un carnaval y debemos vivir.

Así, entre risas y alegría desbordante,

Agradezco al carnavalito su poder vibrante.

Porque en cada notas bordadas en tu piel,

Encuentro la felicidad que tanto anhelo tener.

El Carnavalito

En los andes se escucha su danzón,
el Carnavalito alegra el corazón,
con sus ritmos festivos y sus colores,
es un festejo lleno de amores.

Las cuerdas de la guitarra vibrarán,
mientras los cuerpos se moverán,
en un baile lleno de alegría y pasión,
como un viento que arrastra la emoción.

Los pies zapatean al son del charango,
y las gargantas cantan sin quebranto,
los versos se escapan como mariposas,
y el Carnavalito enciende las brasas.

De pollera y bombín se visten los hombres,
las mujeres con su hermoso atuendo asombren,
todos se enredan en el vals contagioso,
y los corazones laten con brío y gozo.

Y en cada esquina se escucha una voz,
que entona el Carnavalito con arduo fervor,
un canto que une a los pueblos andinos,
y en nuestra alma deja huellas divinas.

Así bailamos en el carnaval,
con risas y risas, sin igual,
celebrando la vida y la hermandad,
el Carnavalito, un canto a la fraternidad.

El encanto del Carnavalito

En tierras andinas, donde la música se eleva,

Surge el compás alegre que el alma cautiva.

El Carnavalito, danza de alegría sin freno,

Envuelve en su magia a todo aquel que lo veo.

Al son de la zampoña y del charango vibrante,

Los corazones se llenan de amor y alabanza.

Los pasos elegantes dibujan un vaivén,

Que en cada retumbo deja un nuevo amanecer.

El carnavalito, fiesta de colores brillantes,

Nos invita a danzar en sus ritmos fascinantes.

Las parejas se entrelazan en dulce melodía,

Celebrando la vida, en cada nota y armonía.

En los valles y montañas resuena su sonido,

Atrayendo a los corazones a un solo latido.

Las manos se entrelazan en un abrazo intenso,

Mientras los pies dibujan un baile inmenso.

El Carnavalito es un símbolo de unión y hermandad,

Borrando fronteras y llenando de felicidad.

En cada movimiento, se celebra la diversidad,

La rica cultura que en las montañas se da a conocer.

El sol brilla radiante, iluminando el compás,

Mientras la gente canta y sonríe sin parar.

La energía se contagia, los corazones se inflaman,

Y así el Carnavalito en nuestros seres se graba.

En cada melodía, en cada paso y sonrisa,

El Carnavalito nos enseña que la vida es precisa.

Para celebrar, bailar y ser felices sin razón,

Dejando atrás los problemas y alejando la tensión.

Así, en el Carnavalito encontramos libertad,

Alegría desenfrenada y amor en cada compás.

Es un regalo de los Andes, un tesoro ancestral,

Que nunca en nuestros corazones dejará de brillar.