Cinco Poemas Satírico sobre Escuela

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Sátira de la Escuela

En un edificio sombrío y aburrido,donde el aprendizaje es un castigo impreso,se encuentra la escuela, un lugar sorprendente,donde el sueño y la creatividad son reprimidos.

Los profesores, con su voz monótona y rígida,recitan datos sin amor ni emoción,los estudiantes, cabezas vacías, caras aburridas,esperan ansiosos el sonido del timbre, la liberación.

Las aulas, frías y grisáceas como una prisión,testigos inertes de horas interminables,las sillas incómodas, de madera sin corazón,nos recuerdan que aquí, nuestros sueños son vulnerables.

Los exámenes, cual pesadillas horribles,ponen a prueba nuestra capacidad de memorización,las calificaciones, simples números imposibles,determinan nuestro valor y nuestra posición.

Pero no todo está perdido en este lugar,aquellos que se rebelan y no temen cuestionar,hallan la belleza en el arte de desafiar,y encontrarán su propio camino al final del camino escolar.

La escuela, sin embargo, no define nuestras vidas,es solo un capítulo en nuestro largo viaje,recuerda que la verdadera sabiduría reside,en vivir con pasión y alegría, incluso en la escasez.

Así que celebremos la escuela, aunque imperfecta,como un recordatorio de nuestra resistencia y fuerza,aprendamos a reírnos de sus limitaciones,y a encontrar la verdadera educación en nuestra propia experiencia.

La escuela, ese lugar tan encantador

En la escuela todo es diversión y color

Los profesores con su eterna sabiduría

Nos enseñan cosas que nunca entenderíamos

Pero siempre encuentran la mejor vía

Las mañanas comienzan con risa y alegría

Porque nada inspira más que la campana sonando

Y así, corremos a nuestras clases sin demora

Para aprender cosas que olvidaremos estudiando

Las aulas, ese rincón de confinamiento

Donde todo parece estar perfectamente organizado

Pero en realidad es solo un juego de sometimiento

Porque ahí se nos enseña a ser seres estandarizados

Y qué decir de los exámenes, esa tortura sin fin

Donde se mide nuestro conocimiento y habilidad

Pero no olvides que solo dura un breve lapso de tiempo

Porque una vez fuera, todo se desvanece en realidad

Y luego están los compañeros, esos grandes amigos

Con los que compartimos risas, sueños y travesuras

Pero cuidado, todos tienen sus propios intereses

Y pueden convertirse en temibles criaturas

Así que disfrutemos de esta escuela maravillosa

Donde la ironía es el himno que se canta a diario

Porque en realidad, mientras más estudiamos

Más desconocimiento y absurdo encontramos en el trayecto

¡Oh, dulce escuela!

En tus aulas nos formamos, querida escuela,Donde el conocimiento fluye y crece como centella.Pero, a veces, me pregunto si todo esto es realidad,O si solamente es una cruel y cómica fatalidad.

Desde temprano llegamos a tu sepulcro encanto,Con el uniforme pulcro creyendo en un nuevo canto.Pero al entrar, la campana suena con un duro lamento,Y nos adentramos en un mundo lleno de tormento.

Los profesores, esos sabios seres de otro planeta,Con sus lecciones densas y aburridas como maleta.Nos hablan de cifras, letras y fechas olvidadas,Mientras nuestro sueño se pierde en las miradas.

Los exámenes, esos monstruos que nos sacan de quicio,Con preguntas tramposas y trucos llenos de vicio.Nos hacen dudar de todo lo que hemos aprendido,Poniendo a prueba nuestros nervios y sentido.

Las asignaturas, un laberinto sin salida,Donde nos perdemos buscando una explicación perdida.Matemáticas, ciencias, historia y literatura,Nos dominan con sus reglas y su dictadura.

Pero a pesar de todo esto, escuela querida,En tu caos y locura, también hay una vida divertida.Los amigos que encontramos en este camino,Son tesoros valiosos que nos llenan de cariño.

Las risas compartidas en el recreo y entre clases,Los secretos que guardamos en los pasillos con disfraces.Son pequeños momentos que hacen soportable el día,Y nos dan esperanza de una salida fría.

Así que, querida escuela, con tu poesía satírica,Te abrazamos y te criticamos con mirada crítica.Pues en tu caos y desorden encontramos nuestra voz,Y aunque a veces duela, somos parte de este gran adiós.

La Escuela, una sátira irreverente

En el arduo camino de la educación,donde el tiempo se consume sin compasión,la escuela se alza como cruel prisión,donde aprender es más obligación que vocación.

Maestros sabios pero sin destreza,que enseñan temas sin ninguna pureza,mientras alumnos se duermen con tristeza,soñando con escapar como en una proeza.

La matemática, esa tirana cruel,con sus números que no entiendo ni al revés,las ecuaciones me hacen perder la piel,y en mi cabeza solo encuentro caos y papel.

Historia y sus fechas sin sentido,¿quién recuerda cuándo comenzó un olvido?Batallas épicas que me dejan aburrido,oh Dios, que me perdone si actúo distraído.

La literatura, un laberinto de palabras,donde la fantasía se oculta entre charadas,autores clásicos que me causan desgracias,preferiría leer cuentos de hadas borrachas.

Física y sus leyes parecidas a conjuros,una ecuación tras otra sin futuro,¿por qué no enseñan sobre el amor puro?,eso sí sería un conocimiento seguro.

¡Oh escuela, gran institución de sinsabores!,donde los chistes se pierden entre temores,donde el recreo es un oasis de libertad,y el último día de clases es felicidad.

A pesar de todo, hay algo que me queda claro,sin la escuela, no sería tan sabio y diestro,aunque sea una sátira, mi gratitud siempre renuevo,porque, a pesar de todo, en la escuela también hay tesoro.