Cinco Poemas para una Madre Enferma

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Madre Querida

En la morada de mi corazón,

Donde tus enseñanzas florecen,

Suenan ecos de tu dulzura,

Madre querida, te meces.

Una enfermedad ha llegado,

A oscurecer tu brillo sereno,

Pero en cada amanecer,

Te envío fuerzas y amor pleno.

Tu sonrisa es mi refugio,

Es la luz que ilumina mi sendero,

Aunque tus pasos sean más lentos,

En mi corazón te veo caminando.

Madre, luchadora incansable,

Has enfrentado tormentas y penas,

Pero tu valentía y amor,

Siempre traen calma y alegría serena.

Mis oraciones en el viento,

Llevan tus deseos al cielo,

La salud y la pronta recuperación,

Para ti, mi madre, mi anhelo.

Descansa en mis brazos cálidos,

Enciende tu fe con amor constante,

Porque juntas, madre querida,

Superaremos cualquier embate.

Para una madre enferma

Madre querida, en tu lecho de dolor,

mi corazón se agita con gran temor.

Tus ojos cansados, reflejan debilidad,

pero tu fuerza interior no pierdes jamás.

Tus manos, antes firmes y llenas de amor,

ahora parecen frágiles, sin su esplendor.

Pero aún así, su tacto me reconforta,

me transmiten esperanza, aunque sea poca.

En mi mente resuenan tus dulces palabras,

que siempre supieron calmar mis amargas.

Tu voz, suave y dulce como un susurro,

es un bálsamo que alivia mi corazón impuro.

Madre, en tu cama te encuentras postrada,

pero tu espíritu sigue fuerte, no se ha marchado.

Aunque el dolor te carcoma sin cesar,

me enseñas que el amor nunca debe terminar.

Enfrentas valiente cada lucha y batalla,

y aunque el tiempo pase, nunca te desmallas.

Tu valentía, madre, es mi luz en la oscuridad,

mi guía, mi ejemplo, mi eterna verdad.

Madre querida, en cada amanecer y anochecer,

tu imagen se graba en mi ser, puedo ver.

El amor que me has dado, no tiene medida,

y aunque en este momento, te encuentres herida,

quiero recordarte que siempre estaré a tu lado,

apoyándote, mi amor por ti siempre ha sido sagrado.

En cada verso de este poema va mi gratitud,

por ser la mejor madre, llena de virtud.

Que tu enfermedad sea solamente una prueba,

que juntos superaremos, como familia que se eleva.

Te prometo, madre, que no te abandonaré,

nuestro amor y unión, nada podrá romper.

Para mi amada madre enferma

Querida madre, mi fuerza y mi guía,Hoy mis versos quiero dedicarte,En tus ojos veo la dulce melancolía,Y mi amor por ti quiero entregarte.

La enfermedad puede debilitar tu cuerpo,Pero no podrá desvanecer tu luz,Tu valentía y coraje son un anhelo,Que con cada batalla te hace más robusta en la cruz.

En tu rostro cansado y pálido veo,La muestra de una lucha sin descanso,Pero mi amor por ti siempre crece y renuevo,Deseando llevarte en mis brazos al descanso.

Tu voz, aunque débil, sigue siendo un bálsamo,Un eco de amor que me acaricia el alma,Y aunque tus lágrimas caigan como el ramo,Mi corazón se llena de paz y calma.

Eres mi ángel, mi refugio y mi consuelo,A tu lado siempre encuentro refugio,Pase lo que pase, en mí encontrarás un anhelo,De darte amor y apoyo en el viaje más arduo.

Mi ser se desborda de gratitud y amor,Por todo lo que has hecho y aún haces,Mi madre, mi luchadora, mi honor,Tu valentía en mi corazón renace.

En cada latido mi oración se eleva,Para que encuentres alivio y sanación,Porque tú mereces una vida nueva,Llena de alegría, amor y bendición.

Madre mía, tus labios sonríen a pesar del dolor,Tu fortaleza me inspira cada día,En cada verso que escribo te envío todo mi amor,Sabiendo que juntas superaremos cualquier agonía.

Mamá, mi ser más querido

En esta cálida tarde de primavera

Quiero escribirte con amor y ternura

Un poema lleno de esperanza y fe

Para aliviar tu enfermedad oscura

Madre mía, tú eres mi fortaleza

Tu sonrisa ilumina mi camino

Pero hoy veo en tu mirada tristeza

Y es en mi corazón donde hago nido

A través de estas letras quiero expresar

Que eres la guía que nunca me falla

Que en mi mundo, eres mi sol radiante

Y en días grises, la luz que me estalla

Madre, has luchado con valentía y coraje

Hoy es tiempo de sanar y encontrar paz

Las oraciones y los besos en tu frente

Son mi forma de decirte que aquí estaré, mamá

Te abrazaré en silencio, sin decir palabras

Porque mi amor se siente sin necesidad de hablar

Juntas enfrentaremos las batallas

Y en cada victoria, sonrisas vamos a lograr

Oh madre mía, te ruego que te recuperes

Porque eres mi todo, mi vida entera

Con cada latido mi amor te ofreceré

Y juntas, mamá, superaremos cualquier trinchera

En este poema te envío mi amor infinito

Con la esperanza de que lo sientas en tu ser

Recuerda que eres fuerte, mi rayo de luz

Y que juntas venceremos cualquier padecer

Madre enferma

Madre amada, en tu dolor me encuentro,

En tus ojos cansados veo desvelo,

Tus manos temblorosas, ya no dominan,

Pero tu amor infinito, nunca se termina.

Enfermedad cruél, que te ha desgastado,

Tu cuerpo frágil, por el mal ha sido abatido,

Pero tu espíritu valiente sigue encendido,

Y tu sonrisa, mi alma sana y ha sanado.

Madre mía, tus lágrimas de tristeza,

Son el reflejo de tu dulce fortaleza,

A pesar del dolor, sigues siendo mi guía,

Y en tu lucha incansable, encuentro mi vida.

En cada paso que das, siento tu coraje,

En cada palabra, encuentro tu mensaje,

Eres mi heroína, mi ejemplo de entereza,

Y en este verso, te rindo mi nobleza.

Madre querida, no desistas en la batalla,

La esperanza florece cuando en ti se halla,

Yo estoy a tu lado, siempre a tu lado estaré,

Y juntos, venceremos la enfermedad, ¡lo sé!

El tiempo es efímero, pero el amor no muere,

Eres mi estrella, mi refugio y mi ser,

Mi luz en la oscuridad, mi eterna compañía,

Madre, aunque enferma, siempre serás mi alegría.

Poema para una madre enferma

Querida madre, en esta tristeza me encuentro,Tu enfermedad me duele en lo más profundo,Pero quiero darte fuerza y esperanza,Para que superes esta dura danza.

Tu ser, lleno de amor y ternura,Ha sido un faro en mi vida, ¡qué dulzura!Ahora, en tus ojos veo la debilidad,Pero también encuentro fortaleza y voluntad.

Las lágrimas se escapan de mis ojos,Al ver que el sufrimiento te ha dado abrazos,Pero sé que eres valiente y luchadora,Y saldrás adelante, querida madre, victoriosa.

Cuento los días, las horas y los minutos,Esperando verte nuevamente con salud,Prometo cuidar de ti con todo mi ser,No importa lo que pase, siempre estaré.

Mi amor por ti va más allá de las palabras,Eres mi guía, mi ejemplo, mi brújula clara,Y aunque el dolor me embriague por momentos,Recuerdo tu valentía y me haces fuerte en tormentos.

Madre, te mando mis oraciones al cielo,Para que tu salud mejore y no haya sufrimiento,Recuerda que mi corazón está contigo,Y juntas superaremos este desafío.

Te amo, madre mía, con todo mi corazón,Eres la roca en la que encuentro protección,Enfrentemos juntas esta batalla,Porque sé que con tu amor, nada nos falla.

A una madre enferma

Madre querida, en este día quiero expresar,

Todo el amor y apoyo que te quiero entregar.

Enfrentas valiente tus penas y dolores,

Pero recuerda, nunca estarás sola, siempre seremos tus amores.

Tu sonrisa, que ilumina nuestras vidas día a día,

Ahora apagada, en tu rostro ya no se veía.

Pero quiero recordarte, madre mía,

Que eres fuerte y valiente, y en ti siempre confiaría.

Las lágrimas brotan de mis ojos al verte así,

Pero sé que lucharás con todas tus fuerzas por mí.

Y aunque la enfermedad pueda debilitarte,

Siempre serás mi madre, mi guía y mi amparo constante.

En tus manos deposito mi amor y mi fe,

Pidiendo al universo que te dé la fuerza que mereces tener.

Te prometo cuidarte y estar a tu lado,

Siempre contigo, compartiendo cada paso a tu lado.

Aunque el dolor te embriague y te haga flaquear,

Madre querida, juntas podremos superar.

Este obstáculo que hoy se interpone en tu camino,

Con amor y esperanza, todo será más liviano y fino.

Madre mía, tu alma es una perla preciada,

Que brilla en la oscuridad, siempre iluminada.

En cada latido de mi corazón, sentirás mi amor,

Y en cada oración, pediré que cures tu dolor.

Gracias madre, por todo lo que me has enseñado,

Por ser la guía en mi camino, siempre a mi lado.

Hoy te ofrezco mi apoyo y mi mano amiga,

En cada lucha y batalla que en tu vida se desencadena.

Madre querida, eres mi heroína, mi ejemplo a seguir,

Y en cada paso que demos, juntas, podremos salir.

No olvides que siempre estaré junto a ti,

Cuidándote y amándote sin cesar, hasta el fin de mi existir.

Para mi querida madre enferma

Querida madre, aunque el dolor te aqueje,

mi amor y cariño por ti no se desvanece.

En tu rostro, veo las marcas de la enfermedad,

pero en tu sonrisa, encuentro la fortaleza y la verdad.

Cada día, enfrentas batallas silenciosas,

y luchas valientemente contra las olas.

Tu cuerpo débil, pero tu espíritu fuerte,

tu amor incansable, como un río que fluye y no se pierde.

Mis oraciones se alzan al cielo cada noche,

pidiendo a los ángeles que impregnen tu cuerpo con derroche.

De salud y bienestar, de amor y esperanza,

para que puedas encontrar el alivio que se extravía.

Mi querida madre, eres mi heroína,

un faro de luz en la más oscura neblina.

Aunque las lágrimas encuentren su camino,

y el temor amenace, no estás sola en tu destino.

Prometo estar a tu lado, llenarte de calma,

ser tu guía y protegerte con todas mis armas.

Tu amo y sacrificio nunca serán en vano,

mi respeto y gratitud por siempre te acompañarán.

Así que, querida madre, lucha con valor,

porque juntas superaremos cualquier dolor.

Recuerda que el amor de tus hijos es un escudo,

que nos mantendrá unidos en cada segundo.

Madre enferma

Amada madre, dueña de mi corazón,

Hoy tus ojos reflejan dolor y aflicción;

Enfrentas una dura batalla en tu ser,

Pero recuerda, estamos juntos para vencer.

Con tus manos llenas de amor y ternura,

Me enseñaste a caminar con bravura;

Y aunque la enfermedad intente derribarte,

Aquí estaré contigo, sin importar el desafío que se presente.

Tus brazos siempre extendidos para abrazar,

Tus palabras de aliento para animar;

Eres mi roca, mi oasis en el desierto,

Y ahora me toca ser tu sostén más fuerte.

Madre querida, mi fuerza y mi inspiración,

He de cuidarte con cada respiración;

Mis manos te cuidarán como las tuyas hicieron,

Y juntas enfrentaremos este difícil camino.

En cada amanecer, en cada anochecer,

Mis oraciones elevaré para ver florecer,

La salud en tu cuerpo, la alegría en tu mirada,

Recuperando así la luz de tu alma, amada.

Madre, no olvides que el amor es nuestra fuerza,

Con él romperemos cualquier adversidad perversa;

En cada latido de mi corazón verás reflejado,

El amor eterno que por siempre nos ha unido.

Con paciencia y con esperanza, seguimos adelante,

Sabedores de que la vida nos enseña a ser valientes;

Madre hermosa, juntas superaremos esta prueba,

Porque tu amor incondicional, nada lo detiene.

Madre querida

En tu cama reposas, madre mía,con dolor y debilidad en tu cuerpo,pero en tu alma, veo tu fortaleza,esa luz radiante que nadie puede apagar.

Los días son grises sin tu risa,sin ese abrazo que reconforta el corazón,pero cada momento a tu lado,valor incalculable tienen para mí.

Recuerdo tus manos que tanto me cuidaron,tus palabras sabias que siempre me guiaron,y ahora te toca a ti recibir mi amor,envuelto en versos y suspiros sinceros.

Madre, aunque las circunstancias sean adversas,en mi mente vive tu imagen perfecta,eres mi inspiración, mi motivación,y siempre serás mi eterna admiración.

No importa cuánto dure esta batalla,a tu lado estaré, en cada paso que des,lucharemos juntas, en cada amanecer,porque eres mi madre, mi todo, mi ser.

El tiempo se desvanece como una vela,pero el amor que siento por ti es eterno,nada ni nadie podrá romper nuestro lazo,mi corazón siempre será tu refugio sagrado.

Así que descansa, querida madre mía,sana y fuerte volverás a levantar,hasta entonces, te dedico estas palabras,con la esperanza de que te hagan sonreír, mamá.