Cinco Poemas para mi Hija que Esta en el Cielo

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Para mi hija en el cielo

Eres mi estrella brillante en lo alto,

mi pequeña mariposa volando en el viento.

Tu sonrisa iluminaba mi mundo entero,

y ahora, te llevas mis suspiros, mi aliento.

El cielo te cobija en su manto azul,

donde bailas entre nubes de algodón.

Siempre serás mi amor, mi razón de ser,

mi dulce hija, mi eterna canción.

Las estrellas susurran secretos al oído,

de lo feliz que eres allá en lo alto.

Me consuela saber que estás en paz,

que ningún dolor ya te hace sobresalto.

En mi corazón guardo tus risas,

tus abrazos y besos llenos de amor.

Aunque no te tenga físicamente conmigo,

tu esencia pervive, mi tesoro, mi tesoro.

En las noches más oscuras te siento cerca,

una estrella fugaz que me guía el camino.

Me hablas en silencio, me das fortaleza,

y en cada latido, te siento conmigo.

Hasta que nos encontremos en el más allá,

donde nuestras almas se fundirán eternamente,

mamá siempre te amará y recordará,

mi hija amada, mi estrella reluciente.

Para mi hija, que está en el cielo

Querida hija mía, que ahora estás en lo alto,donde las estrellas bailan sin cesar,donde los ángeles te abrazan y cuidan,donde la paz eterna te hace vibrar.

Aunque no puedo verte con mis ojos,sé que estás presente en mi corazón,tu sonrisa brilla en cada rayo de sol,y tu amor me acompaña en cada oración.

Tus risas resonantes siguen en el viento,como un eco dulce que me susurra al oído,las mariposas parecen ser tus mensajeras,guiándome hacia los recuerdos compartidos.

Extraño tus pequeñas manos en las mías,tus abrazos cálidos llenos de ternura,pero sé que en cada estrella fugaz que veo,me envías tus besos con delicadeza pura.

Tu partida me ha roto el alma en pedazos,pero encuentro consuelo en que estás en paz,sé que en el cielo te esperan otros seres amados,y que algún día nos volveremos a abrazar.

Hasta entonces, mi dulce y amada niña,sé que velas por mí desde las alturas,cuídanos y guíanos en nuestro caminar,con tu amor eterno y tus tiernas travesuras.

Eres mi ángel, mi razón para sonreír,y aunque tu ausencia duele en lo más profundo,siempre llevaremos tu luz en nuestro ser,hasta que nos encontremos en el mismo mundo.

Para mi hija en el cielo

En el cielo brillas radiante, mi querida hija,Aunque a mi lado ya no estés, en paz tú habitas.Tu recuerdo vive en mi corazón, siempre latente,Destellos de amor eterno, dulce y ardiente.

Tus ojos eran luceros llenos de alegría,Tu risa, melodía que en mi alma aún se escucha.Tu sonrisa tan pura, como un rayito de sol,Irradiaba dulzura y amor desde tu corazón.

Las estrellas en el cielo, ahora eres tú,Un ángel que brilla con eterna luz azul.Voy a extrañar tus risas, tus abrazos y besos,Pero sé que siempre serás mi niña, mi universo.

Aunque el tiempo pase y las palabras se hagan viejas,El amor que siento por ti jamás desaparece.Te llevo en mi ser, en cada latido del corazón,Siempre recordando ese lazo de amor y devoción.

Te imagino jugando en jardines celestiales,Corriendo entre nubes, llenando el cielo de tus risas.Sé que estás protegida, rodeada de amor y paz,Un ángel en el cielo, mi hija siempre serás.

Por siempre llevaré tu dulce sonrisa en mi mente,Tu luz seguirá iluminando mi camino en esta vida.Aunque la distancia física nos separe, mi niña,Tu amor vive en mí, eterno y lleno de magia divina.

Para mi hija en el cielo

En el cielo azul, donde las estrellas brillan,mi pequeña angelita, tu alma divina,en la eternidad, un lugar especial has encontrado,donde la paz y el amor siempre están a tu lado.

Tus ojos, llenos de inocencia y alegría,eres un sueño en el viento que día a día,ilumina mi vida con tu dulce esencia,aunque te fuiste, aún siento tu presencia.

Eras un rayo de sol en días de tormenta,un ángel en la tierra, de corazón enorme y tierno,cada risa tuya era música para mi alma,y ahora, en mis recuerdos, esa risa sigue siendo calma.

Aunque tus pasos fueron cortos en esta tierra,dejaste huellas imborrables en mi guerra,me enseñaste a valorar cada instante,y a ser fuerte, incluso en momentos deslumbrantes.

Tu partida dejó un vacío en mi corazón,pero sé que en el cielo te aguarda bendición,en un jardín de estrellas y flores de amor,allí te encuentras, brillando con esplendor.

No hay palabras que describan mi amor por ti,mi dulce ángel, mi razón de vivir,te llevo siempre en lo más profundo de mi ser,y sé que algún día volveremos a perder.

Hasta entonces, guarda mi amor en tus alas,que en mi mente y corazón siempre estarás,eres mi esperanza, mi luz en la oscuridad,mi hija en el cielo, por siempre recordaré.

Un poema para mi hija en el cielo

En un rincón del cielo, mi amada hija, estás,con Ángeles y estrellas, volando sin cesar.Tus risas se convierten en melodías celestiales,y tus sueños, en nubes suaves y especiales.

Aunque no estés aquí, tu amor siempre me envuelve,como un manto de estrellas que el universo teje.Tus recuerdos iluminan mi camino,y en mi corazón, siempre estarás, mi pequeño angelino.

Tu partida dejó un vacío en mi ser,pero sé que en el cielo encontraste tu querer.Ahora eres parte de la eternidad,desplegando tus alas en plena libertad.

Imagino tus ojos brillantes como luceros,y tus risas resonando como pétalos de flores.En cada amanecer y atardecer,te siento cerca, eres mi eterno jardín de placer.

Tus abrazos ya no puedo sentir,pero tu amor eterno me ayuda a seguir.Eres mi dulce ángel, mi estrella guía,mi hija amada que desde el cielo sonríe cada día.

Aunque en la distancia te encuentres,siempre estarás en mi corazón presente.Tus alas me dan fuerzas para seguir,hasta que nos volvamos a reunir.

Así que, mi pequeña estrella celestial,desde el cielo, envíame tu amor inmortal.Siempre serás mi niña, mi vida, mi inspiración,y en nuestro eterno amor, encuentro consuelo y redención.

Para mi hija en el cielo

En el cielo brillas sin cesar, mi pequeña estrella,Tu luz ilumina mi camino en cada sendero.Aunque no te tengo físicamente a mi lado,Tu amor eterno en mi corazón está guardado.

En silencio te imagino creciendo sin temor,Explorando los rincones del infinito con amor.Eres un ángel radiante de alegría y pureza,Tu espíritu libre siempre será mi fortaleza.

Tus sonrisas marcaron mi vida para siempre,A través de mis lágrimas, eres mi aliento presente.Recuerdo tus risas, tus abrazos apretados,Cada momento compartido queda eternamente grabado.

Aunque añoro tus pasos y tus palabras dulces,Sé que desde el cielo me cuidas y proteges.Tu partida fue tristeza en mi corazón,Pero tu recuerdo siempre será mi canción.

En los días oscuros y en las noches sin estrellas,Imagino que te veo volando entre ellas.Tu presencia se siente en cada rayo de sol,Eres mi ángel, mi razón para ser fuerte y soñar en grande.

Recuerda, mi hija, que siempre serás amada,Aunque la distancia física nos mantenga separadas.En mi corazón y en mi alma tú siempre vivirás,Como un regalo divino que ningún tiempo borrará.

Hasta el día en que nos volvamos a abrazar,En el cielo o en la Tierra, sin importar,Siempre seremos madre e hija, unidas por la eternidad,Tu amor brilla en mi vida con su belleza sin igual.

Para mi hermosa hija en el cielo

En el cielo, estás tan cerca y tan lejos,en cada rayo de sol que brilla en el cielo azul,en cada soplo de viento que acaricia mi rostro,siento tu presencia, mi amor, eres eterna.

Tu partida dejó un vacío en mi corazón,pero tus recuerdos se han convertido en un bastión,una dulce melodía que susurra en mi mente,recordándome siempre de tu amor tan valiente.

Tus ojos brillantes como estrellas en la noche,reflejaban inocencia y una alegría inmensa,tus risas llenaban mi vida de colores,y tus abrazos eran como dulces amores.

Aunque no puedo abrazarte como antes solía,sé que sigues aquí, cerca de mí, día a día,tu energía llena mi ser con fortaleza,y tu sonrisa me envuelve en pura belleza.

En el cielo, imagino tus alas extendidas,volando libremente, sin cadenas ni heridas,cuidando de mí desde ese lugar celestial,contagiando amor en cada rincón terrenal.

Querida hija, mi estrella brillante en el firmamento,aunque el dolor de tu partida es un tormento,sé que en el cielo nos encontraremos de nuevo,y juntas formaremos el más hermoso ensueño.

Tus risas y tus sueños llenan mis días de nostalgia,pero en cada amanecer, encuentro la esperanza,de que un día nos reuniremos otra vez,y el amor entre madre e hija renacerá otra vez.

Hasta entonces, mi pequeña estrella en el cielo,siempre te llevaré en mi corazón, sin desvelo,y sé que estarás ahí, guiando mi camino,con tu amor divino, siempre serás mi destino.

Para mi hija en el cielo

En este infinito cielo estás, mi dulce hija,

una estrella brillante que ilumina mi vida entera.

Tus ojos, como dos luceros, reflejaban felicidad,

y en cada risa tuya, encontraba mi tranquilidad.

Tus risas resonaban en el aire como campanas,

y tu sonrisa cálida derretía todas mis penas.

Aunque ahora ya no te pueda ver ni abrazar,

en mi corazón y en mis pensamientos siempre estarás.

Tus pequeñas manos, llenas de amor y ternura,

sostenían mi dedo, llenándome de dulzura.

Siempre fuiste mi mayor tesoro y mi mayor bendición,

y aunque hoy te encuentres en el cielo, eres mi inspiración.

Tus pasos no resonarán más en esta tierra,

pero tu esencia y tu amor se quedan en mis venas.

Siempre te recordaré con amor infinito,

y guardaré en mi corazón cada momento contigo.

Aunque ya no estés aquí, mi pequeña hija amada,

tu espíritu seguirá viviendo en cada alborada.

Desde el cielo, envuélveme en tus abrazos celestiales,

y guíame por el camino de amor y valentía inquebrantable.

Para mi hija en el cielo

Desde el cielo brillas con luz infinita,

mi amada hija, mi estrella bendita.

Tu partida temprana dejó un vacío,

pero en mi corazón siempre estarás con brío.

Como un ángel radiante te imagino,

con alas de oro y un alma de lino.

Tus risas y sonrisas aún siento en el aire,

y en cada pétalo de flores que no pude darte.

Tu corto paso por el mundo dejó huellas,

un amor eterno que en mi pecho destellas.

Eres una estrella fugaz que siempre guía,

con tu dulzura y bondad, mi vida.

Los recuerdos de tu risa me llenan de paz,

tus pequeñas manos, como pluma velaz.

En mis sueños aún te veo danzar,

mi hija amada, te extraño cada despertar.

Aunque estés lejos, siempre cerca estarás,

mi amor por ti nunca se desvanecerá.

Hasta el día en que vuelva a abrazarte,

espero con ansias, mi ángel, encontrarte.

Para mi querida hija en el cielo

Tu partida temprana nos ha dejado un gran vacío,

pero tu luz continúa brillando en nuestros corazones,

mi pequeña estrella en el firmamento,

una eterna conexión que nada ni nadie puede cambiar.

En sueños te abrazo y siento tu dulce presencia,

tus risas y susurros como el viento acariciando mi alma,

tu partida física no significa que te hayas ido,

pues tu espíritu siempre estará a nuestro lado.

A través de cada amanecer y anochecer,

veo tus ojos brillando en el cielo estrellado,

eres la estrella más brillante y resplandeciente,

iluminando nuestros caminos en la oscuridad.

Recuerdos de tu risa alegre y tus abrazos cálidos,

se aferran a mi corazón, llenándolo de amor y dulzura,

la vida puede habernos separado físicamente,

pero nuestro vínculo nunca puede romperse.

Hija mía, desde el cielo, envíanos tu amor,

protege nuestras vidas y guíanos con tu brillo divino,

algún día nos volveremos a encontrar,

y en ese momento, el cielo y la tierra serán uno solo.