Cinco Poemas para Angelitos que Están en el Cielo

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Angelitos en el Cielo

En el cielo brillan estrellas de amor,
angelitos que danzan con fulgor.
Sus alitas blancas hacen suspirar,
mientras en el universo van a volar.

Con vestidos de plata y sonrisas de luz,
bordando ilusiones en el corazón azul.
Sus risas se escuchan en el firmamento,
llenando de esperanza cada pensamiento.

Con caritas tiernas y miradas de paz,
protegen a quienes en la Tierra quedan atrás.
Sus manos invisibles acompañan cada paso,
guiando y protegiendo desde su halo en el espacio.

Un susurro al oído, una caricia en el alma,
angelitos en el cielo, su amor nos acalma.
Son luces guías en la oscuridad de la vida,
dándonos fuerza cuando la esperanza se olvida.

Siempre en nuestros corazones vivirán,
eternos guardianes que nunca se irán.
En cada rayo de sol y en cada estrella fugaz,
nuestros angelitos en el cielo siempre brillarán.

Los angelitos en el cielo

Brisa suave y celestial, un susurro en el viento,

donde los ángeles juegan con su canto y aliento.

En el firmamento, su infinita morada,

los pequeños seres en la eternidad se elevan.

Un suspiro en el corazón, en el alma se graba,

una luz brillante, un recuerdo, una llama.

En el cielo brillan estrellas de amor y paz,

guiando a los angelitos en su eterno caminar.

En un jardín de sueños y de eternas risas,

los pequeños angelitos juegan sin prisas.

Con sus alas de pureza, vuelan sin cesar,

extendiendo su amor allí donde estén.

En cada amanecer y en cada atardecer,

nuestros ángeles se acercan para proteger.

Con hilos invisibles, tejen amor y esperanza,

envolviendo nuestros corazones con su fragancia.

En el cielo bailan estrellas y luciérnagas,

mientras los angelitos ríen y vuelan sin parar.

Su alegría se expande, envuelve nuestra existencia,

recordándonos que el amor no tiene distancia.

Así, en el cielo, donde los sueños florecen,

nuestros angelitos eternamente crecen.

Son nuestros guías, nuestra luz en la oscuridad,

recordándonos que su amor nunca dejará de brillar.

Angelitos en el cielo

En un rincón del infinito azul,donde los sueños se hacen realidad,habitan angelitos con su luz,guiando nuestros pasos con su bondad.

Desde las alturas, en su morada,velan por nosotros con amor eterno,sus alas blancas, bellas y alabadas,nos brindan consuelo en cada invierno.

En el cielo, sin dolor ni pesar,juegan y ríen con pura alegría,nos envían señales para recordar,que su esencia eterna nunca moriría.

En cada estrella se esconden sus risas,en cada brisa sus dulces caricias,sus almas inmortales, puras y precisas,nos guían en esta vida con sus guías.

Aunque se encuentren lejos físicamente,sus almas permanecen cerca a nosotros,nos cuidan con su amor infinito y ardiente,y nos ofrecen afecto que fluye gozoso.

Recordemos a esos angelitos brillantes,cuyos cuerpos dejaron este plano,viven en nuestros corazones vibrantes,y en nuestros recuerdos eternamente cercanos.

Benditos angelitos del cielo,que llenan nuestras vidas de paz,siempre serán amados y bellos,hasta que nos volvamos a abrazar.

Ángeles en el Cielo

En un rincón del firmamento estrellado,
habitan seres llenos de luz y encanto,
ángeles que dejaron la Tierra con pesar,
pero en nuestros corazones siempre están.

Son angelitos que en el cielo se pasean,
con alas blancas y sonrisas plenas,
cuidando y protegiendo desde lo alto,
nuestro amor eterno jamás se agota.

Como estrellas brillan con luz propia,
guiándonos en momentos de amargura,
nos susurran al oído palabras dulces,
abrazando nuestras almas con virtudes.

En sus rostros, la inocencia reflejada,
refugio de ternura y paz inmaculada,
flotando en el viento con serenidad,
iluminando nuestros días de oscuridad.

En los jardines celestiales juegan sin prisa,
entre risas, alegrías y risueñas caricias,
donde el amor florece en cada rincón,
donde el dolor se transforma en canción.

Ángeles que aunque ya no están aquí,
su esencia y su amor siguen junto a ti,
benditos seres que al cielo pertenecen,
con sus alas de plumas blancas prevalecen.

En cada nota de música que susurra el viento,
en cada rayo de sol que acaricia el firmamento,
en cada estrella que brilla con esplendor,
nos recuerdan que el amor es eterno y superior.

Por siempre en nuestras memorias estarán,
brillando como luceros que no cesarán,
en nuestro corazón siempre vivirán,
los ángeles que en el cielo descansarán.