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Un canto al corazón
Oh corazón, órgano divino,constructor de pasiones y amores,con tu ritmo dulce y cristalino,llenas de vida todos los rincones.
Eres el motor que impulsa la existencia,latiendo incansable en cada latido,conectando cada parte con resistencia,permitiendo que el cuerpo esté unido.
En tus valles y montañas,fluye la sangre con fervor,transportando alegría y añoranzas,llenando de vida el interior.
Eres testigo de los sentimientos,del amor y sus encantos,del dolor y los sufrimientos,eres reflejo de nuestros tantos.
Cuando te veo palpitar,mi alma se llena de esperanza,siento en mí la fuerza de amar,y la dulce danza de la confianza.
Oh Christian Barnard, mensajero del corazón,que con tu valentía y sabiduría,le diste al mundo una nueva opción,para sanar, para vivir cada día.
Tu legado vive en cada latido,recordándonos la importancia de cuidar,este tesoro tan querido,que en nuestro pecho no deja de brillar.
Así, en honor a tu memoria,poetas de todas las naciones,dedicarán a tu historia,versos llenos de emociones.
Oh Christian Barnard, eterno homenaje,por haber mostrado al mundo,que el corazón es salvaje,y que su amor es profundo.
Poema de Christian Barnard
En el vasto universo de la vida,
donde los corazones laten con fuerza,
surge un nombre, una leyenda,
Christian Barnard, el creador de esperanza.
Con su bisturí en manos divinas,
abrió un camino hacia la eternidad,
dando vida a través del oscuro velo,
devolviendo sueños a la humanidad.
Su corazón latió con determinación,
en el quirófano, con valentía y arte,
transformando sus manos en pinceles,
pintando un futuro más brillante.
Con cada latido de su corazón,
la esperanza florecía en cada vida,
la ciencia se elevaba más allá de las estrellas,
y los milagros se tejían a medida.
Oh, Christian Barnard, alma noble,
tus manos guiadas por el amor,
nos mostraron el poder de la medicina,
y cómo la vida se puede rejuvenecer.
Tu legado vive en cada latido,
en cada paciente que renace,
y en cada sonrisa y abrazo,
que se multiplican gracias a tu gracia.
Christian Barnard, resplandeciente estrella,
tu luz nunca dejará de brillar,
por siempre estarás en nuestra memoria,
inspirando a nuevos médicos a caminar.
En tus manos dejaste una herencia,
un legado de amor y claridad,
y mientras recordemos tu nombre,
tu espíritu nunca morirá.
El latido del corazón
En el silencio de la sala de operaciones,
donde las vidas se confunden con la muerte,
un cirujano intrépido se alza como un poeta,
en busca de ese milagroso latido del corazón.
Con sus manos habilidosas y precisas,
abre el pecho y revela el tesoro encerrado,
la fuente de la vida, el órgano sagrado,
un corazón que anhela volver a latir.
Con maestría y dedicación, él trabaja sin descanso,
reemplazando arterias y reparando venas,
recomponiendo este rompecabezas humano,
que resonará con vida y no con lamentos.
Y en ese instante mágico, el corazón despierta,
latiendo con fuerza, llenando la sala de esperanza,
y el cirujano sonríe, emocionado y humilde,
sabiendo que ha devuelto una vida a su danza.
Christian Barnard, pionero audaz y valiente,
que desde el quirófano transformó destinos,
siembra de vida y amor los corazones,
dejando un legado digno de admiración.
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Y estaremos eternamente agradecidos por su regalo
En 1966, un joven médico llamado Christian Barnard
hizo historia cuando interpretó por primera vez
transplante de corazón.
Aunque algunos dijeron que no se podía hacer,
les demostró que estaban equivocados y cambió el mundo.
Ahora, cincuenta años después, su legado sigue vivo.
Aunque ya no está con nosotros,
su memoria nunca morirá.
Fue un pionero en el campo de la medicina,
y su trabajo ha salvado innumerables vidas.
Hoy honramos su memoria,
y estaremos eternamente agradecidos por su regalo.
Ana Millan
Siempre
yo
Fue un hombre adelantado a su tiempo.
Un verdadero pionero
Cambió el rumbo de la medicina.
Y dio nueva esperanza a la humanidad
Cuando otros dijeron que no se podía hacer
Les demostró que estaban equivocados
Era un hombre de visión.
Y su legado vivirá
Siempre
cristiano barnard,
tu nombre será recordado
Mientras haya quien necesite
Un milagro
Tu siempre serás recordado
Como el hombre que nos dio esperanza
Cuando todo parecía perdido
Javier Diaz
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Era un hombre que arriesgaba todo
Por el bien de los demás
Fue un hombre que cambió el mundo.
Y nunca lo olvidaremos
Porque él fue un verdadero pionero.
Y su legado vivirá
Siempre
Jaimin Ruiz
Por toda la eternidad
Todavía recuerdo el día,
El día que me salvaste la vida,
Yo era tan débil y frágil,
Pero me diste una segunda oportunidad,
eras mi héroe,
Mi caballero de brillante armadura,
me devolviste la vida,
Y por eso estoy eternamente agradecido,
cristiano barnard,
Eres un verdadero pionero,
Cambiaste el rumbo de la medicina,
y dio esperanza a tantos,
tu nombre será recordado,
Por toda la eternidad,
Eres una verdadera leyenda,
y nunca será olvidado,
Gracias por todo,
Gracias por salvar mi vida,
Nunca te olvidaré,
cristiano barnard,
Eres mi héroe.
Otilia Delgado
es uno que vale la pena leer
Un poema de Christian Barnard
Es uno que está lleno de corazón
Y lleno de esperanza
Es un poema que te hace pensar.
y te hace sentir
Y es un poema que se quedará contigo
Siempre
Un poema de Christian Barnard
es uno que vale la pena leer
Una y otra vez
Heathcliff Heredia
