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Un poema picante para mujeres
En la piel de la noche, te revelas mujer,con tus curvas ardientes y tus labios de miel.Eres fuego en mis manos, un deseo sin fin, provocando en mi ser un frenesí sin fin.
Tus ojos, chispas de pasión desatada,me invitan a un baile de cuerpos entrelazados.Tu risa tentadora me enloquece sin pausa,y pierdo la cordura cuando a mi lado te arrastras.
Tus gemidos susurran secretos inconfesables,mientras nuestras pieles se funden en besos inolvidables.Enredadas en sábanas de locura compartida,dos almas se confunden en un vaivén de vida.
Eres dueña de tus deseos, de tu propia seducción,una mujer empoderada que adora la provocación.Tu sensualidad es un misterio que quiero desvelar,perderme en tus delicias y en tu fuego naufragar.
Eres una diosa, un fuego que no puedo controlar,un tornado de pasión que me hace temblar.En tus brazos encuentro el paraíso terrenal,donde el placer y el deseo se vuelven capital.
Así que aquí te tengo, mujer de fuego y pasión,dispuesto a rendirme ante tu seducción.Deja que mis versos enciendan tus sentidos,y hagamos del amor un ritual prohibido.
El fuego que despiertas
En tus labios ardientes encuentro mi perdición,
tu mirada incendiaria aviva la pasión.
Tu piel suave y tentadora me invita a pecar,
y en tus abrazos candentes me quiero quedar.
Tu figura esculpida en fuego y deseo,
enciende en mi alma un intenso devaneo.
Eres la llama que quema en la oscuridad,
y en ti encuentro la dulce locura de amar.
Seductora y misteriosa, dueña de mi desvelo,
tú, mujer picante, enciendes mi anhelo.
El fuego que nos consume
En la piel de una mujer arde la llama del deseo,
el calor que quema, que nos vuelve locos de pasión.
Somos fuego y cenizas, somos deseo y satisfacción,
en cada beso, en cada caricia se enciende la tentación.
Somos libres y salvajes, sin miedos ni restricciones,
explorando los límites del placer y la provocación.
En cada encuentro, en cada abrazo, en cada susurro,
se desata la pasión, se enciende el fuego más profundo.
Y así somos nosotras, mujeres ardientes y valientes,
dispuestas a todo por amor, sin temores ni accidentes.
Porque en nuestro ser habita la llama eterna,
que nos consume por dentro, que nos hace eternas y llena.
Un poema picante para mujeres
En la cocina de tus labioscocino versos de amor,sazonados con pasióny aderezados con deseo.Tus ojos son dos brasas ardientesque encienden mi corazón,tu piel suave como sedame invita a la tentación.Eres como un vino tintoque embriaga mis sentidos,cada beso tuyo es un sorboque me deja extasiado.Enredados en la pasiónolvidamos el tiempo y el espacio,solo importa el aquí y el ahoradonde somos uno, cuerpo y alma.Así es la danza del amorentre dos almas gemelas,un baile sin censuraque nos envuelve en llamas.Eres mi musa, mi inspiraciónen cada verso, en cada canción,porque eres la dueña de mi pasióny la reina de mi corazón.
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Te quiero dedicar este poema picante
Poema Picantes para Mujeres
A ti mujer hermosa y ardiente
que siempre me cautivas con tu mirada
y me haces perder la cabeza,
Te quiero dedicar este poema picante.
Eres como una fruta madura
que me invites a probarte una y otra vez,
tu cuerpo es un campo de batalla
donde quiero rendirme sin condiciones.
Tus labios son como un fuego
que me quema por dentro
y me hace pedir mas,
tus ojos son como el mar
que me atrapa y no me deja ir.
Eres una mujer sensual
y picante como el chile
que me quema y me hace sudar,
eres la mujer que me hace vibrar
y me llena de placer.
Así eres tú, mi mujer picante
que me quema por dentro
y me hace pedir mas,
te quiero para siempre
porque eres mi adicción.
Nicolás Hernandez
Con confianza pavoneándose sus cosas
El cuerpo de una mujer es una obra de arte.
Una obra maestra, si se quiere.
Y no puedo dejar de admirar
Todas sus curvas y cerros
La forma en que se mueve y se balancea
Es como un baile en sí mismo
Y no puedo evitar sentir
Una profunda agitación dentro
Cuando veo a una mujer
Con confianza pavoneándose sus cosas
No puedo evitar querer probar
Toda su bondad picante y descarada
Entonces, si te sientes acalorado y molesto
Y en necesidad de un poco de alivio
Ven a mi lugar
Y déjame regalarte algunos de mis poemas picantes!
Telesforo De La Fuente
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Y traer su placer
El cuerpo de una mujer es una obra de arte.
Un lienzo de perfección.
Cada curva y línea
Una obra maestra en diseño.
De la suavidad de su piel
Al fuego en sus ojos
ella es una obra de arte
Y yo soy su artista
Con mis manos y mis labios
exploro su cuerpo
Y traer su placer
ella es mi musa
Y yo soy su artista
Creamos magia juntos
Mientras hacemos el amor
ella es mi inspiracion
Y yo soy su artista
Pintamos un cuadro de amor
Con nuestros cuerpos y nuestros corazones
ella es mi obra maestra
Y yo soy su artista
Rosa Miguel
Al suave oleaje de sus pechos
El cuerpo de una mujer es una obra de arte.
Una obra maestra, si se quiere.
Y como toda obra de arte
Debe ser admirado y apreciado.
De las suaves curvas de sus caderas
Al suave oleaje de sus pechos
Cada centímetro de ella es perfección.
Y como toda obra de arte
Su cuerpo debe ser adorado.
Tratado con el mayor respeto
Porque ella es una diosa
Una diosa del amor y la belleza.
Y su cuerpo es un templo
Un templo que debe ser adorado
Entonces, si tienes la suerte de encontrarte en presencia de tal diosa
Asegúrate de tratar su cuerpo con el respeto que se merece.
Y si tienes mucha suerte
Podrías llegar a adorar en su templo
Y experimenta el máximo éxtasis
Bruno Merino
El que siempre sabe cómo encender mi cuerpo en llamas
Una mujer tan sexy que podría derretir los casquetes polares
Un cuerpo tan perfecto que podría darle una oportunidad a Venus por su dinero.
Una sonrisa tan seductora que podría hacer sonrojar al sol
Esta es la mujer que deseo
El que prende fuego a mi sangre
El que hace que mi corazón se acelere
Ella es mi pequeño secreto picante
El que no puedo evitar anhelar
El que siempre sabe cómo encender mi cuerpo en llamas
Entonces, si estás buscando una mujer que pueda hacer que tu corazón cante
¿Quién puede hacer que tu cuerpo se estremezca de placer?
¿Quién puede hacer que tu alma chisporrotee?
Entonces no busques más, ella está aquí
Mi pequeño poema de especias y todo lo lindo.
Enriqueta Velasco
