Generador de poemas sobre fumar
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Fumar, un vicio en humo
En medios de suspiros envuelto,dejando un rastro en el viento,el humo danza en el aire,reflejando mi vicio sincero.
El cigarro, amigo leal,en momentos de soledad, hace acto criminal,la nicotina trae calma a mi ser,una ilusión momentánea, un solaz maternal.
Las volutas danzan en espiral,una danza seductora, adictiva,envolviendo mis pensamientos,por un instante, la tristeza se olvida.
Los pulmones sufren silenciosamente,mientras yo, en placer me sumerjo,la muerte lenta susurra a mi oído,pero mi anhelo de fumar, no puedo disolver.
El humo, compañero incondicional,me arrastra a un mundo de quimeras,mis problemas efímeros parecen disiparse,¡oh bendito humo, dulce enredadera!
Un deleite fugaz y perjudicial,un gesto vicioso, un acto criminal,me envuelve en una nube de adicción,donde la libertad se viste de frágil ilusión.
¡Oh, querido fumar, vicio engañoso!Tu encanto esclaviza mi voluntad,pero he de luchar contra este abismo,liberar mis pulmones, encontrar la paz.
El humo se desvanece en el aire,como mi pasado lleno de errores,hoy tomo el control de mi destino,y pongo fin a este vicio, sin temores.
Fumar: Un susurro de humo
Entre sus dedos se enciende el deseo,un soplo de vida en el aire flotando,el humo susurra suave, sin rodeos,mientras la noche se va desvaneciendo.
Los labios curvados en forma de sonrisa,acompañan el baile de la brasa encendida,fumar se convierte en una fiel amiga,en momentos de calma o en los de melancolía.
Presto atención al movimiento lento,del humo que se alza, delicado y sereno,sus espirales son un refugio del vientoque lleva consigo el peso del tiempo.
Envolviéndome en su fragante aliento,siento el susurro que alivia mis penas,sabiendo que también trae su condena,y así, me adentro en una dulce condenación.
Pero en este amorí de un sabor melancólico,encuentro la paz en cada bocanada,pues el humo, como el amor, es efímero,una sensación que nunca será olvidada.
Así que fuma, si eso es lo que deseas,pero recuerda siempre, amado mío,que la vida es frágil, como el cigarrillo,y es mejor apreciarla sin dañar nuestro ser al fumar.
Fumar
En la espiral de humo gris,
se deslizan secretos y suspiros.
El aroma denso y adictivo,
nubla los pensamientos fugitivos.
La danza del cigarro
Entre los dedos se desliza,
como un baile lleno de vida.
El fuego enciende la pasión,
y transforma sueños en canción.
Las volutas en el aire
Se elevan hacia el cielo azul,
cual bandada de pájaros en vuelo.
Mientras el humo se desvanece,
aparece la libertad que florece.
El encuentro con uno mismo
En cada inhalada profunda,
se encuentra una pausa oportuna.
Un momento para reflexionar,
y en las sombras, dejarse llevar.
Las lecciones del cigarro
En cada bocanada, un recordatorio,
de la fragilidad del ser humano.
De lo efímero y lo impermanente,
y de la importancia de amar fervientemente.
El adiós al vicio
Pero llega el momento de decir adiós,
de liberarse de esa opresión veloz.
De buscar nuevos aires que inspirar,
y una vida más plena alcanzar.
En el humo se esconden historias,
pero también sueños y glorias.
Es un acto lleno de contradicciones,
que nos enseña sobre nuestras limitaciones.
Pero la vida se disfruta mejor sin el cigarro,
con pulmones limpios de aquel negro destello.
Así que optemos por nuevos caminos,
y dejemos que nuestros pulmones respiren cariños.
Fumar, una contradicción envuelta en humo
El humo se eleva, danza en el aire,un ritual que muchos intentan ignorar.La dualidad del vicio, difícil de aceptar,entre el placer momentáneo y el peligro al fumar.
En cigarrillos, puros o pipas encuentro,una contradicción palpable en cada bocanada.El aroma embriagador, una dulce trampa,que engancha mi ser sin importar nada.
El humo se enrosca, en formas caprichosas,bailando libremente a su antojo en el viento.Un refugio efímero, un escape de la realidad,que nubla mis sentidos y alivia mi tormento.
Adornada en su belleza, la contradicción persiste,entre el goce transitorio y el daño a la salud.Un placer que acaricia mis labios, pero hiere mi ser,me envuelve confusión, como humo en la atmósfera azul.
En cada inhalación, un suspiro disfrazado,una pausa para reflexionar sobre mi elección.La adicción se entrelaza en cada exhalación,y en sus volutas, encuentro consuelo y perdición.
La lucha interna se desata, como una danza incesante,entre el placer efímero y la conciencia que reclama.Pero mientras el humo se escapa de mis labios,la contradicción persiste, y el alma se desgarrama.
Aspiro las consecuencias, exhalo el arrepentimiento,una paradoja encerrada en el humo que se desvanece.Fumar, un dulce tormento que acaricia mi cuerpo,pero también una advertencia que el tiempo no cede.
En cada bocanada, una reflexión profunda,un anhelo por liberarme de esta prisión de nicotina.La belleza del acto, un dilema que no se desvanece,y en mi lucha silenciosa, se revela mi verdadera esencia divina.
La danza de humo
En el rincón tranquilo de la noche estrellada,
se erige un ritual que algunos han adoptado;
un vicio envuelto en nebulosas suaves,
donde el alma busca serenidad, inspiración y calma.
Entre dedos trémulos, el cigarrillo danza,
hilando siluetas de nicotina en el aire,
su esencia misteriosa se esparce y encanta,
creando ilusiones fugaces y efímeras de felicidad.
En sus volutas se esconden mil historias,
las penas ahogan mientras bailan humeantes,
un acto de rebeldía, o tal vez de hermosa poesía,
una pausa donde el tiempo se escurre ausente.
Pero, oh amado fumador, ¿has contemplado?
el daño sigiloso que tu cuerpo va sufriendo,
un beso de fuego que arde en tus entrañas,
mientras el humo traicionero te va consumiendo.
No quisiera juzgar tu elección, noble fumador,
pero ya que inhalas, hazlo con consciencia,
que cada bocanada sea una reflexión,
un abrazo al presente y una puerta a la paciencia.
Quizás, algún día, la danza del humo sea memoria,
y encuentres en tu interior la lucidez dormida,
entonces, el vaho del cigarrillo se desvanece,
dejando espacio para el renacer de una vida sin medida.
Fumar
Entre risas y humo se envuelve mi ser,
un acto que me lleva a perderme en placer.
El cigarrillo, mi fiel compañero de vida,
me atrapa en su esencia, en su dulce despedida.
Paseo entre nubes blancas, suspendido en el tiempo,
siento el aroma que trae consigo el viento.
En cada bocanada, se dibuja mi paz,
un momento fugaz, pero eterno en verdad.
El humo danzante se eleva hacia el cielo,
nubes que se forman y desvanecen en desvelo.
Mi paladar se deleita con su sabor amargo,
un susurro de placer ahoga mi caos interno.
Pero en este deleite, un recordatorio cruel,
las sombras de advertencia se filtran en mi papel.
La salud se desvanece, la vida se desgasta,
la dependencia crece y el tiempo se agasta.
Es momento de ser fuerte, de tomar una elección,
abandonar el vicio, buscar otra ilusión.
La vida es efímera y nuestro cuerpo un templo,
es tiempo de cuidarlo y dejar el humo en el recuerdo.
Fumar: Un poema de contradicciones
En el aire se funden tus sueños fugaces,
en espirales de humo, tus anhelos se desvanecen,
en cada inhalación, un encuentro con el abismo,
fumar, esa danza compleja de deleite y desdén.
Entre tus manos, se consume lentamente el tiempo,
las sombras del tabaco, acarician tu vacío interno,
una bocanada, un suspiro fugitivo y eterno,
fumar, esa adicción que se viste de misterio.
Los pulmones, sedientos, imploran liberación,
anhelan el éxtasis que solo el tabaco proporciona,
pero en el juego del vicio, ¿dónde está la razón?
fumar, esa danza mortífera y embriagadora.
La fragilidad del cuerpo, envuelta en humo denso,
mentiras disfrazadas de placer momentáneo,
fumador en silencio, confesándole al viento,
fumar, ese acto de rebelión contra lo ordinario.
Pero en cada bocanada, se marchita tu salud,
lo bello de la vida, lentamente se desvanece,
como los elegantes aros que se elevan en la atmósfera,
fumar, esa contradicción que el destino parece tejer.
Susurros envueltos en nicotina y alquitrán,
un amor tóxico, un romance con el peligro,
las cenizas que caen como lágrimas que debes aceptar,
fumar, esa batalla interna entre el vicio y lo verdadero.
Y así, el humo se pierde en el vasto horizonte,
en tu pecho, el eco de cada exhalación se desvanece,
mientras tanto, sueños y vida se quedan en remonte,
fumar, una paradoja que tu corazón entristece.
Fumar
En tus labios el humo se cierne,entre susurros de nostalgia y placer.Como danza de sombras, divina esencia,envuelta en misterio y sensualidad.La brasa se enciende, el tabaco arde,el aroma a libertad inunda el aire.Cada inhalación es un dulce suspiro,cada exhalación, un anhelo cumplido.El cigarro entre tus dedos, un ritual,una pausa en la vorágine de la vida.Fumar es un acto de rebelión y calma,una contradicción en la piel que encanta.No hay moral en el humo que se eleva,solo el placer de sentirse vivo.Fumar es un encuentro íntimo y profundo,con el fuego, el tabaco y el mundo.Que siga ardiendo la llama en tus labios,que siga el humo danzando en el viento.Fumar es un arte, una pasión sin dueño,un refugio en la noche, un suspiro en el tiempo.
Fumar
Fumar es como bailar con el viento,
suspirando entre nubes de humo.
El cigarrillo, un amigo silencioso,
en noches oscuras y días opacos.
El aroma envolvente y seductor,
que acaricia mis sentidos y me lleva lejos.
Un instante de paz en medio del caos,
una pausa en el frenesí cotidiano.
Pero sé que es un baile peligroso,
que cada bocanada es un pacto con el diablo.
El tabaco devorando lentamente mi ser,
haciéndome prisionero de su dulce veneno.
Y aunque disfruto de su encanto fugaz,
sé que debo romper este baile mortal.
Dejar atrás el vicio que me consume,
y hallar la libertad que anhelo en mi alma.
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Fumar
/
Fumar
El humo se enrosca en el aire,
Gris y en espiral.
Se cuelga allí por un momento,
Luego se disipa en la nada.
es como mi vida,
Lleno de humo y espejos.
Siempre efímero,
Nunca realmente allí.
Sebastián Casas
Fumar es una adicción
Fumar es un vicio,
Una mala costumbre.
Te hace daño a ti mismo,
Y a los que te rodean.
Fumar es una adicción,
Que te atrape y no te dejes ir.
Te hace daño a tu salud,
Y te alejas de los que te quieren.
Geraldine Segura
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Pero no puedo dejarlo ir
De fumar
Es un hábito tan sucio
Y es tan difícil dejar de fumar
Pero parece que no puedo hacerlo
soy adicta a la nicotina
Y simplemente no puedo dejarlo ir
es como una parte de mi
Y simplemente no puedo dejarlo ir
se que me esta matando
Pero parece que no puedo parar
Es como si una parte de mí se estuviera muriendo.
Pero no puedo dejarlo ir
Pedro Vera
Algo a lo que no se puede retirar
fumar
Es un acto tan vicioso
Uno que empieza siendo inocente
Pero que se vuelve una adiccion
Algo a lo que no se puede retirar
Aunque sepa que es muy malo para la salud
Fumar es un acto de autodestrucción
Pero aún así, no puedo dejarlo
Porque es parte de mi vida
Parte de mi rutina diaria
Fumar es mi demonio
mi pecado
Algo a lo que me aferro
Aunque sé que es muy mala para mí
Neymar Mateos
persiguiéndote
Fumar
Se riza y tuerce
Como una serpiente en la hierba
Se aparece sin avisar
Cuando menos te lo esperas
Y siempre te deja con ganas de más
Nunca es suficiente
Nunca puedes tener suficiente
siempre está ahí
persiguiéndote
burlándose de ti
hasta que te rindas
Y luego te tiene a ti
Para el resto de tu vida
Carina Hidalgo