Generador de poemas para dedicar a papa
Presiona el botón para generar tu propio poema con Inteligencia artificial:
Algunos Poemas para Dedicar a Papa cortos
Te quiero mucho
A mi papá
Querido papá,
Eres el mejor papa del mundo,
Siempre estás ahí para mí,
Cuando necesito un abrazo,
tu estas alli,
Papá, eres mi héroe,
Siempre estás dispuesto a ayudar,
Aunque a veces no lo entienda,
Sé que me quieres,
Y estoy muy orgullosa de llamarte papá,
te quiero mucho,
Con todo mi corazón,
Papá.
Marcia Guerra
Siempre apreciaré los momentos que hemos compartido
Papá,
Te quiero mucho,
Ni siquiera puedo ponerlo en palabras.
Eres el mejor padre del mundo,
Y estoy muy orgullosa de ser tu hija.
Siempre apreciaré los momentos que hemos compartido,
Y nunca olvidaré cuánto me has amado.
Gracias, papá, por todo.
Te amo más que a nada en este mundo.
Hugo Dominguez
Mejores Poemas para Dedicar a Papa cortos
Y aunque no siempre entienda
A ella le encanta la poesia,
y aunque no siempre entienda,
le dedico este poema a mi papa.
Querido papá,
A veces te veo triste,
y me pregunto por qué.
¿Es por mamá?
¿Es por la vida?
¿Es porque te sientes solo?
Te quiero decir que estoy aquí,
y siempre estaré.
Nunca te dejaré,
papá.
Sé que a veces no soy perfecta,
y hago cosas que te frustran.
Pero te quiero,
y siempre te querré.
Así que no llores más,
papá.
Sonrie,
porque yo estoy aquí.
Gina Palacios
Te quiero con todo mi corazón
A mi papá
Querido papá,
Eres el hombre mas maravilloso que he conocido.
Eres fuerte, inteligente, amoroso y compasivo.
Nunca me ha dejado caer,
Siempre estás ahí para levantarme.
Eres mi ejemplo a seguir,
La persona en quien me inspira.
Gracias por todo lo que ha hecho por mí.
Te quiero con todo mi corazón.
Nicolás Alarcon
La luna en mi noche
Papá,
Eres el sol en mi cielo,
La luna en mi noche,
Las estrellas de mi universo.
eres el pensador de mis pensamientos,
El palpador de mis emociones,
El soñador de mis sueños.
eres tu quien me hace reir,
El que me hace llorar,
El que me hace sentir vivo.
Gracias por ser mi Papá.
Te amo con todo mi corazón.
Evelyn Arroyo