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Nuevos Poemas de Madres a Hijas artísticos:
Puede hacerte débil, como si estuvieras hecho de vidrio
El amor de una madre nunca termina
Es como una rosa, con sus espinas
Puede hacerte débil, como si estuvieras hecho de vidrio.
Pero siempre te protegerá y siempre durará.
El amor de una madre nunca termina
Martina Estevez
Madres a Hijas
Madres a Hijas
Somos los guardianes de la llama,
Los que llevan el nombre.
Somos los primeros en amar y cuidar,
Y los hombros en los que siempre puedes apoyarte.
Somos las raíces de tu árbol,
Y el hogar al que siempre vuelves.
Somos la sabiduría y la fuerza,
Los que han pasado por todo.
Y no importa lo que la vida nos depare,
Siempre estaremos ahí para ti.
somos vuestras madres,
Y siempre te amaremos.
Izan Rivera
Mejores Poemas de Madres a Hijas cortos
Las estrellas que brillan en mi cielo
Madres a Hijas
Oh hijas mías, ¿cuánto las quiero?
Ustedes son el aire que respira
El sol que alumbra mis dias
Las estrellas que brillan en mi cielo
Oh hijas mías, ¿cuánto las quiero?
Ustedes son mi razon para vivir
Mi corazón, mi alma, mi vida
Oh hijas mías, ¿cuánto las quiero?
Ustedes son mi orgullo y mi alegría
Mi felicidad, mi tesoro
Oh hijas mías, ¿cuánto las quiero?
Ustedes son el regalo mas preciado
Que Dios me ha dado en esta vida
Oh hijas mías, ¿cuánto las quiero?
Ustedes son mi presente y mi futuro
Mi todo, mi amor eterno
Santiago Aguilar
El amor de una madre nunca termina
El amor de una madre por su hija es interminable
Es como una rosa, con sus espinas y sus pétalos
Puede hacerte débil, como si estuvieras hecho de vidrio.
Pero siempre te protegerá y siempre durará.
El amor de una madre nunca termina
Ozías Quintana
Somos los guardianes de las tradiciones y los recuerdos
Madres a Hijas
Somos el eslabón entre el pasado y el futuro
Los que te muestran lo que significa ser fuerte y amable
Somos los guardianes de las tradiciones y los recuerdos.
Y los dadores de amor y vida
Somos los que siempre estaremos ahí para ti
No importa lo que la vida te depare
Así que nunca olvides cuánto te amamos
Nuestras hijas, las luces de nuestras vidas
Samuel Camacho