Cinco Mejores Poemas de la Rana

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La Rana Encantada

En el lago cristalino de agua pura,habitaba una rana, dulce y grandiosa criatura.Su piel verde brillante, como esmeralda encantada,envolvía su cuerpo con una magia resguardada.

Con ojos redondos y llenos de alegría,saltaba con elegancia y en el agua se perdía.Con cada brinco, su eco musical retumbaba,y todas las criaturas de la naturaleza danzaban.

La rana encantada, sabia y misteriosa,era dueña de un canto lleno de hermosa prosa.Las melodías que su garganta producía,eran capaces de llenar de vida cualquier día.

Una noche estrellada, bajo el cielo brillante,la rana encantada un sueño inquietante alcanzó a descifrar,que un príncipe valiente su hechizo desharía,y su belleza interior finalmente revelaría.

Esperó pacientemente, en el lago silente,hasta que un príncipe valiente llegó a su frente.Con un beso sincero, el hechizo se desvaneció,y la rana encantada en un príncipe hermoso se convirtió.

Desde aquel día, juntos caminaron sin cesar,descubriendo el amor, sin temor a naufragar.La rana y el príncipe, unidos para siempre,vivieron una historia de amor eternamente serena.

Así es la historia de la rana encantada,que de ser un anfibio, en un príncipe se transformaba.Un canto de esperanza, un mensaje de amor,un cuento asombroso que conquistará nuestro interior.

La rana encantada

En un estanque tranquilo, entre juncos y nenúfares,una rana verde y juguetona se encontraba a saltar.Sus ojos brillantes reflejaban alegría,mientras en sus labios, una sonrisa bailaba.

Su cuerpo ágil y esbelto, como un rayo de sol,se movía con gracia, saltando sin cesar.Cada brinco suyo, dejaba en el aire un eco,que resonaba en medio del quieto lugar.

La rana, en su reino, era la dueña del encanto,con su belleza natural, cautivaba sin parar.Los patitos y peces, la miraban embelesados,mientras las nubes y el viento, la iban a aclamar.

Cuando la noche llegaba a cubrir el estanque,la rana cambiaba su música por un dulce cantar.Sus notas melodiosas eran como un susurro,que acariciaban el alma, sin la noche incomodar.

Así pasaban los días, la rana siempre sonriente,regalando alegría y mucho amor sin cesar.Su canto y su danza, eran un regalo divino,que a todos los seres vivos, llenaba de bondad.

Y así, la rana encantada vivió feliz su vida,dejando un legado de magia, amistad y bienestar.Si alguna vez te sientes triste o desanimado,recuerda a la rana, y su sonrisa te iluminará.

La rana cantarina

En un lago brillante y sereno,

donde el agua juega con el sol,

había una rana llena de encanto,

que era la más alegre del rol.

Saltaba de hoja en hoja,

explorando el mundo sin fin,

y en cada brinco que daba,

de su voz con amor hacía festín.

Cuando amanecía y el sol aparecía,

la rana comenzaba a entonar,

con melodías dulces y armoniosas,

que hacían al lago vibrar.

Su canto era hermoso y brillante,

capturaba todos los corazones,

y las ranas vecinas la escuchaban,

emocionadas por sus canciones.

Las hojas bailaban al ritmo de la rana,

mientras su voz se iba elevando,

y los pájaros se quedaban callados,

de admiración, todos escuchando.

La rana cantarina se convertía,

en la reina de todo el lugar,

y su alegría se multiplicaba,

cada vez que podía cantar.

Así, la rana nos enseña,

con su canto puro y genuino,

a encontrar la felicidad en lo sencillo,

y a compartir nuestro amor divino.

La rana cantarina es un regalo,

que la naturaleza nos brindó,

y con gratitud la escuchamos,

porque nos llena de paz y de ardor.

La Rana Cántica

En la noche estrellada, al borde del estanque,una rana nadaba, con su voz como un canto.Su serenata nocturna, llena de tonos y matices,encantaba a la naturaleza, como magia en los oídos.

Sus patitas saltarinas, se posaban en las hojas,mientras su croar melódico, llenaba el aire de notas.Con cada salto, su cuerpo se elevaba como un eco,y el estanque entero callaba, para escuchar sus sueños.

Desde las ranas vecinas, hasta los grillos danzarines,todos admiraban su talento para contar historias.Con su canto enredado en rimas, como versos poéticos,la rana cantaba al amor, al tiempo y al universo mágico.

En las noches de luna llena, su canto se intensificaba,y las luciérnagas brillaban al ritmo de su melodía.Ella era una poeta anfibia, una rana iluminada,que en cada croar, desvelaba la esencia de la vida.

Aquella rana cantora, embajadora de la gracia,enseñaba al mundo entero la magia de la esperanza.Sus ojos saltarines, llenos de luz y optimismo,reflejaban el amor puro, que en su corazón llevaba.

Así, en el estanque brumoso de aquel viejo jardín,la rana cantora nos recordaba a todos, sin distinción,que en cada ser, por pequeño que sea, hay una voz,capaz de maravillar y hacer soñar al corazón.

El canto de la rana

En un estanque rodeado de verdor,

donde las flores despliegan su esplendor,

una rana saltarina habita con amor,

y su melodía se expande alrededor.

La rana encantadora

Su piel es de un verde reluciente,

y su canto es suave y envolvente,

como una dulce melodía celestial,

que en cada rinconcito se hace notar.

El estanque en calma

En la noche, cuando el estanque duerme,

su voz se eleva en armonía creciente,

llenando de magia aquel lugar,

haciendo susurran a las estrellas en el aire.

La rana encantada

Con sus saltos y su voz singular,

la rana hechiza a todo aquel que la ve pasear,

y en su canto se esconde un mensaje,

de esperanza, amor y coraje.

El legado de la rana

Que su canto sea un símbolo de alegría,

que inspire a las almas en su travesía,

y que la rana saltarina,

sea siempre parte de nuestra retina.

La rana y su canto

En el lago, bajo la luna plateada,

Una rana se encuentra encantada.

Sus ojos brillan con destellos de estrellas,

y su canto resuena en las huellas.

Saltando de hoja en hoja con gracilidad,

la rana se mueve con total libertad.

Su voz, melodía de la naturaleza,

es un regalo que al corazón endereza.

Cuando la noche cae con su manto oscuro,

la rana comienza su dulce conjuro.

Las ondas del agua se adornan de sonidos,

y el lago se convierte en jardín florecido.

Con cada nota, la rana muestra su esencia,

y llena el aire de pura benevolencia.

En su canto, se encuentran ritmo y pasión,

una sinfonía que llega al corazón.

La rana, humilde criatura acuática,

enseña al mundo el poder de su música.

Nos recuerda que en la sencillez se halla,

la belleza inigualable que el alma avalla.

Así, la rana sigue cantando su poema,

dejando que su voz en la noche resuena.

Nos muestra que en cada ser hay talento,

y que la naturaleza es un gran portento.

Oh rana cantora, poeta de la laguna,

tu canto es el regalo de una dulce fortuna.

Que nunca cese tu canción en la ribera,

pues tu voz trae paz y alegría verdadera.

La rana enamorada

Era una rana pequeña y vivaz,que en el estanque feliz solía nadar,pero un día su vida cambiaría,cuando al amor inesperadamente encontraría.

Entre las ramas verdes de un loto,una rana distinta causó su alboroto,con ojos brillantes y piel reluciente,era la rana más hermosa, sin duda alguna, diferente.

En cada salto, la rana se acercaba,su corazón latiendo, ansioso en cada mirada,y al encontrarse cara a cara,sus almas unidas se sentían en esa cara.

Nadaban juntas bajo la luna llena,bailando en el agua sin ninguna pena,y en cada croar, sus voces se unían,formando una melodía que al cielo alcanzaba, envidia de las aves y sus días.

La rana no sabía qué era este sentir,pero le emocionaba y la hacía sonreír,sus patas temblaban y su corazón saltaba,era un amor que cualquier rana soñaba.

Pero el tiempo pasaba y el invierno llegaba,la rana sabía que su amor se marchaba,hasta la próxima primavera,cuando el estanque renacería de su espera.

Inmortalizó el recuerdo de aquel amor,en cada croar que a la noche otorgó,y aunque el invierno frío les separara,siempre en su corazón, la rana amada llevara.

Así es la historia de la rana enamorada,que en un estanque encontró su amada,un amor que en el agua floreció,y en la inmensidad del estanque se perdió.