Generador de poemas para practicar metrica
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Un poema para practicar métrica
En un jardín escondido entre versos florecidos,
donde los sueños emergen en rimas y cadencia,
de letras danzantes y siluetas calientes,
se despliega un poema, una dulce obediencia.
Métrica palpable, ritmo impecable,
las sílabas bailan al son de los acordes,
versos troqueos, yámbicos perfectos,
la poesía en su esencia, el corazón de los nórdicos.
Líricas primorosas, endecasílabos radiantes,
estrofas sonoras cautivan al alma adyacente,
un octosílabo aflora, un alejandrino se avista,
en cada verso, puro arte complaciente.
La métrica es el suspiro del poeta inspirado,
un abrazo al lenguaje que se eleva al infinito,
un beso a la música en su fluir acertado,
un encuentro sublime, un sentido bendito.
Entonces, poeta, deja que las sílabas dancen,
que tu pluma se rinda a las leyes del compás,
que la métrica sea el hilo que en tus versos avance,
y así, tu poesía en el corazón quedará grabada.
Un canto al amor
En el jardín de los sueños florece
un amor puro y eterno,
donde los versos son aves libres
y la métrica es su gobierno.
En cada estrofa se entrelazan
rimas dulces como la miel,
formando versos que abrazan
los sentimientos con sutil papel.
La métrica danza en cada verso,
uniendo sílabas con cautela,
como notas en un universo
de emociones que se desvelan.
El pentámetro se alza en gloria,
con sus diez sílabas sonoras,
dibujando la historia
de un amor que trasciende auroras.
En cada verso y cada estrofa
late un corazón apasionado,
que en su medida encuentra ofrenda
y a los amantes ha enamorado.
A través del pentámetro y la rima
surge un canto a la poesía,
donde el amor siempre se anima
a volar libre en melancolía.
Así, en el jardín de la métrica
crece un poema de amor eterno,
donde el alma encuentra música
y los versos toman voz, tierno.
Un amanecer de amor
En la dulce quietud de la mañana,
se despierta mi alma con anhelo,
en busca de tu luz tan divina,
que ilumina mi corazón desvelo.
Se dibuja en el cielo un horizonte,
donde el sol brilla con esplendor,
y mis versos se entretejen armoniosos,
en un poema lleno de amor.
La métrica se desliza entre mis dedos,
como canción que baila en el viento,
y los versos se juntan en un abrazo,
para crear un sentimiento profundo y tierno.
Las sílabas juegan al compás,
al son de rimas que bailan en la piel,
y en cada verso brota la emoción,
haciendo vibrar el alma hasta el amanecer.
Poema que se enlaza en los latidos,
del corazón que suspira por ti,
y en cada verso escrito con pasión,
te revelo todo lo que siento aquí.
Así, en esta dulce melodía de palabras,
mi amor por ti se eterniza en la métrica,
y en cada estrofa se expresa el encanto,
de un amanecer que se viste de poética.
Un amor eterno
En un rincón del alma mía,
nace un verso lleno de alegría.
Tu amor, cual estrella en el cielo,
ilumina mi camino sin desvelo.
En métricas perfectas se enredan
estos versos que mi pluma redactan.
El ritmo se viste de complicidad,
y en cada palabra encuentro claridad.
Conversan las sílabas en armonía,
las estrofas se entrelazan noche y día.
Cada verso es un suspiro de amor,
una melodía que toca mi corazón.
En cada metro encuentro tu mirada,
escucho tu voz, dulce y sosegada.
El amor se dibuja en cada estrofa,
un lazo eterno que nunca se descofra.
El abrazo de las rimas me acoge,
entre vocales y consonantes elogio tu nombre.
El soneto de nuestro amor se hace eterno,
en versos que fluyen del amor más tierno.
Y así, en la métrica encuentro refugio,
un suspiro que al universo emulamos juntos.
En cada verso, tu amor se inmortaliza,
en el ritmo que mi pluma poetiza.
En la orilla del mar
En la orilla del mar,
donde las olas susurran en la arena,
se encuentra mi hogar,
lugar donde mi alma siempre pena.
Las gaviotas vuelan sin cesar,
sobre el agua salada y cristalina,
y mi corazón comienza a soñar,
con historias de amor en cada esquina.
Las palmeras bailan bajo el sol,
mecidas por la brisa del océano,
y mi mente vuela sin control,
imaginando un amor eterno y soberano.
El mar me abraza con su dulzura,
sus olas me susurran al oído,
y en cada suspiro encuentro ternura,
anhelando sentirme querido.
En este rincón lleno de magia,
donde las conchas cuentan secretos,
mi alma es libre y se alza en lo alto,
en busca de sueños sin sujetos.
Así, en la orilla del mar quedo,
practicando la métrica en mis versos,
dejando que mi pluma vuele lejos,
escribiendo lo más hermoso y perverso.
Un río de suspiros
Un río de suspiros, dulce y sereno,fluye en el jardín del corazón,en las noches de estrellas se hace ameno,y llena de alegría la ilusión.
Sus versos son melodías celestiales,que se entrelazan en la eternidad,su cadencia en el alma es inmortales,y nos sumerge en pura felicidad.
Cada estrofa es un verso de esperanza,que pinta el horizonte con color,nos envuelve en la danza de la confianza,y nos guía hacia un radiante amanecer.
La métrica es su juego de armonía,que enlaza las palabras con ternura,y nos transporta a un mundo de poesía,donde el alma encuentra su aventura.
Sus rimas son susurros al oído,caricias en el corazón abiertas,nos susurran secretos escondidos,y transforman las sombras en puertas.
Así, entre versos y siempre en medida,la métrica nos enseña a soñar,nos invita a explorar la vida,y el amor, con pasión, a amar.
Enamorado de la métrica
En la vasta extensión del verso,
donde cada acento es su corona,
surge el poder de la métrica
que en mis versos se entona.
El pentámetro y el octámetro
juegan con sus sílabas en danza,
creando ritmos ricos y complejos
que al oído seducen con alcanza.
El alejandrino, imponente y fiero,
exige catorce, ni una más ni una menos,
mientras endecas y eneas
hacen versos cortos y amistosos.
La rima, ella también se une
a esta danza armónica y dulce,
ligando palabras con simpatía
y creando espacios llenos de luz.
Verso libre y verso medido,
mezclados con gran maestría,
exploran el poder de la poesía
y cautivan corazones sin medida.
Así, enamorado de la métrica,
me sumerjo en el océano de versos,
explorando las posibilidades infinitas
que este arte me ofrece y versos dispersos.
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Hasta que tengamos un poema perfecto
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Para crear un buen poema
Araceli Mendez
es un trabajo arduo
Aprendiendo a rimar
y a hacer métrica
es un trabajo arduo
pero muy gratificante.
Una vez que domina el arte
de la rima y la métrica
puedes crear poesia
que es bella y cautivadora.
Así que practica, practica, practica
y un dia podras escribir
un poema que todos querrán leer.
Inti Soler
Nuevos Poemas para Practicar Métrica para darte inspiración
Cuando era niño, mi abuelo me enseñó
A mi abuelo, que siempre me animó a practicar mi métrica
Cuando era niño, mi abuelo me enseñó
a medir las palabras con precisión.
«No importa lo que digas,
sino cómo lo dices», me aconsejaba.
Así que practiqué y practiqué,
hasta que pude controlar mi rima.
Y ahora, cada vez que escribo,
pienso en mi abuelo y sonrio.
Guiu Marquez
Así que empecemos, ¿de acuerdo?
Este es un poema para practicar la métrica.
Los pies yámbicos son los que usaremos.
Así que empecemos, ¿de acuerdo?
Uno dos tres CUATRO CINCO
Seis siete OCHO NUEVE DIEZ
Pentámetro yámbico, ¡aquí vamos!
Uno dos tres CUATRO CINCO,
Seis siete OCHO NUEVE DIEZ,
Hexámetro yámbico, ¡aquí vamos!
Pablo Ortega
A ese poema perfecto
Cuando era más joven
solía pensar
Que la poesía era todo sobre
la rima perfecta
El metro perfecto
las palabras perfectas
En el orden perfecto
Pero a medida que crecí
Me dí cuenta que
La poesía es mucho más
Que solo la rima perfecta
Se trata del sentimiento perfecto
La emoción perfecta
la historia perfecta
Contado de la manera perfecta
Y así practico
Practico mi oficio
Yo practico todos los dias
Para intentar acercarme un poco más
A ese poema perfecto
El que tocará tu corazón
y hacerte sentir
Como si hubieras sido tocado por la magia
Wuzuni Escobar
