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Lujuria y Deseo
En la oscuridad del deseo oculto,brotan chispas de pasión desenfrenada,dos cuerpos sedientos, ferviente lujuria,danzan en la noche como llama encendida.
La piel se eriza, sutil palpitar,un torbellino de caricias se desata,susurros susurrados al oído,provocan escalofríos sin medida.
Manos temblorosas recorren caminos,explorando valles desconocidos,las miradas se encuentran, se desafían,y el fuego en sus pupilas se enciende sin freno.
Los labios se rozan, juego de gemidos,la sinfonía del deseo incontenible,un suspiro deseado se libera,en un abrazo apasionado que enloquece.
Lujuria y deseo, danza de los cuerpos,unidos en lascivia y ansias insaciables,volando en un éxtasis de placer prohibido,hasta que el alba les devuelva a la realidad.
Así es la lujuria, así es el deseo,un vendaval de pasiones desatadas,que nos envuelve y nos hace sentir vivos,en este mundo de sueños e intimidad.
Lujuria y Deseo
Bajo la sombra de la noche estrellada,
nuestros cuerpos arden en deseos ocultos.
La lujuria se eleva, como un fuego ardiente,
consumiendo nuestros cuerpos, entrelazados y desnudos.
La pasión desborda en suspiros y gemidos,
mientras nuestras miradas se encuentran y se funden.
El deseo nos domina, sin restricción ni medida,
y nuestros cuerpos entienden el lenguaje de la lujuria.
Tus labios, tentadores y apasionados,
buscan el dulce néctar de mis deseos más profundos.
Tus manos, incansables exploradoras de mi cuerpo,
encuentran en cada curva el placer más fecundo.
Nuestros cuerpos danzan, en frenesí incontrolable,
unidos en un éxtasis sublime de lujuria y deseo.
El tiempo se detiene, mientras nos entregamos,
a esa pasión que nos consume, nuestro secreto anhelo.
Lujuria y deseo, unidos en un abrazo eterno,
se expanden en el aire, como fogoso viento.
En cada suspiro, en cada roce, en cada instante,
sentimos el deleite de un amor ardiente y sediento.
Que la lujuria y el deseo sean nuestros guías,
en este mundo de sensaciones tan prohibidas.
Poetas de la pasión, en verso y en piel,
explorando el placer con un amor sin medida.
Lujuria y Deseo
En la noche oscura, se despierta el deseo
Como llamas ardientes, buscando su recreo
Lujuria, fuego intenso, que consume sin tregua
Y el cuerpo en su anhelo, no se sacia ni se aquietan las manos que ruegan
Enredados en pasiones, dos cuerpos al encuentro
Besos que queman la piel, dejando marcas en el centro
Latidos desbocados y susurros de aliento
Buscando en el deseo, el placer más violento
Caricias prohibidas, pérdida de control
En esta danza perversa, nos entregamos sin control
El frenesí se adueña, de nuestras almas sin razón
Lujuria desenfrenada, sin miedo a la perdición
Pasión que nos consume, el fuego que no se apaga
Deseo, ansia insaciable, como ola que se alaga
En la penumbra nos encontramos, sin esperar mañana
Y así en el éxtasis nos dejamos arrastrar, sin prisa y sin calma
Lujuria y deseo, enredados en la noche
Como amantes secretos, que a la razón despojan y derrochan
Nuestros cuerpos se funden y el tiempo se desvanece
Hasta que en un gemido, encontramos la paz que en este acto crece
El frenesí de nuestros cuerpos
En la oscuridad de la noche, del deseo nace un fuego ardiente,
Una lujuria que consume, despierta la pasión latente.
Tus ojos brillan como estrellas, reflejando el deseo intenso,
Mi cuerpo anhela el encuentro, saber qué es lo que tengo.
Desnudos y piel a piel, nuestros cuerpos se entrelazan,
La pasión se desborda, los deseos se abrazan.
Tus labios queman mi piel y en ellos me pierdo,
El éxtasis se desata, sin tiempo ni miedo.
Lascivos gemidos se escapan de nuestros labios,
La razón queda atrás, somos dos amantes presos de nuestros antojos.
Te deseo con pasión desenfrenada, sin pensarlo dos veces,
El fuego de nuestra lujuria arde y crece.
El sudor se funde con nuestras almas en llamas,
No hay límites ni fronteras, solo lujuria que nos reclama.
Tus manos recorren cada rincón de mi ser,
La electricidad nos consume, nos hace enloquecer.
Nuestros cuerpos se funden en un baile seductor,
El deseo nos domina, nos envuelve en su ritual encantador.
La pasión nos guía con su compás frenético,
Y en esta danza erótica, somos los protagonistas perfectos.
La lujuria nos consume, nos arrastra hacia el abismo,
Un deseo incontrolable que nos quema por dentro de principio a fin.
Y así, entregados al placer más puro y prohibido,
Descubrimos el poder de la lujuria, en cada momento vivido.
Lujuria, el fuego que arde
En el juego de la pasión y el deseo,
entre sábanas de seda nos adentramos.
Lujuria, el fuego que arde en nuestra piel,
provocando ansias que aún no comprendemos.
El deseo, alimento de nuestros sentidos
Bálsamo ardiente que nos consume,
acariciando cada rincón de nuestro ser.
Ambicionamos carnalmente, sin tregua,
mientras el deseo nos sigue enloqueciendo.
Caricias prohibidas que nos envuelven
Nuestros cuerpos se funden en un abrazo,
las manos curiosas exploran y rozan.
Los suspiros danzan al compás del deseo,
la lujuria desenfrenada en cada sombra.
En la noche, nuestros secretos se revelan
Bajo el manto de la oscuridad, nos entregamos,
sin temores, sin pudor, sin barreras.
Un dulce pecado, un deseo incontrolable,
un amor que solo en lo prohibido florece.
En el éxtasis de nuestros cuerpos,
se desatan pasiones ocultas, intensas.
En cada encuentro, el fuego nos consume,
dejando tras de sí una huella inmensa.
Lujuria y deseo, nuestra eterna melodía
Somos prisioneros de esta pasión desatada,
seducidos por el ardor de nuestros besos.
Lujuria, deseo, unidos en un solo son,
nuestros cuerpos vibrando en cada verso.
Entre el fuego y el deseo
En las llamas de la pasión, arde el deseo,
Un fuego que consume e ilumina cada pensamiento.
Lujuria que inunda mis arterias, que me hace temblar,
Un deseo irresistible que no puedo ignorar.
La tentación danza en tus ojos como un hechizo,
Y mi cuerpo tiembla ante el roce de tus labios.
Enredados en un abrazo que quema mi piel,
Exploramos cada rincón de nuestro deseo sin fin.
Las caricias se vuelven atrevidas y ardientes,
Mis suspiros se confunden con los tuyos en el aire.
Nos entregamos al placer sin reservas ni medida,
Perdidos en el éxtasis que en cada encuentro se esconde.
El deseo nos empuja sin control hacia el abismo,
Como dos aves que se elevan más allá de lo permitido.
Somos cuerpos inmersos en esta pasión prohibida,
Dejándonos llevar por la lujuria que nos consume sin salida.
En cada encuentro nuestros cuerpos se funden en uno solo,
Y el deseo nos arrastra a un mundo que sólo nosotros conocemos.
Donde no existen barreras ni prejuicios que nos detengan,
Solo la inmensa conflagración de nuestro ardiente deseo.
Entre el fuego y el deseo, seguimos buscándonos,
Deleitándonos en cada instante que nos pertenecemos.
Porque en este fuego arde nuestra más profunda pasión,
Y en la lujuria encontramos nuestra liberación.
Lujuria y Deseo
En la oscuridad de la noche, se despiertan los suspiros,donde los cuerpos se encuentran, sedientos de suspiros.La pasión incandescente, lujuria que arde en el pecho,entre suspiros y jadeos, se aviva el deseo en nuestro lecho.
Tus labios de carmín y sabor a miel,despiertan en mi ser un fuego que no conoce el papel.Tu piel, tersa y suave como la seda,me invita a perdernos en pasiones sin medida.
Cuerpos entrelazados, en danza arrebatadora,envueltos en olas de placer, sin control ni pudor.El deseo es nuestra guía, sin límites ni censura,las sombras beduinas velan nuestra aventura.
En tus ojos se revela el ansia y la impaciencia,en cada gesto y susurro, se despierta la urgencia.El aroma de tu sexo, embriaga mis sentidos,y el sudor que nos cubre, es el néctar prohibido.
Lujuria desenfrenada, deseo que nos domina,en cada movimiento, la pasión se hace divina.Somos esclavos del instante, perdidos en la pasión,consumiéndonos en fuego, en esta loca obsesión.
La lujuria nos envuelve, y nos lleva sin regreso,un torbellino de deseo, sin pausa, sin remeso.El mundo se desvanece, solo importamos tú y yo,dos amantes sedientos, que se agotan en el gozo.
En el ocaso de la noche, rendidos al placer,nos sumergimos en sueños, en dulce amanecer.Pero la lujuria siempre vuelve, nos sigue con su voz,susurrándonos al oído, prometiéndonos otra vez su ardor.
Lujuria y Deseo
En el escenario prohibido y oculto,Ardiendo en la pasión que nos enreda,Dos almas envueltas en lujuria oída,Se funden en el deseo más absoluto.
Sus miradas se encuentran en secreto,En un juego de fuego y misterio,La chispa que enciende el cautiverio,En un abismo de pasiones indiscretas.
Lentamente, sus cuerpos se aproximan,Como dos ríos buscándose en la noche,La piel se eriza, el deseo se desbroche,Entre susurros de amor que no terminan.
El ansia se adueña de cada poro,Seduciendo sentidos y razonamiento,En un acto que queda marcado en el tiempo,Bailando al ritmo de un amor devoto.
La lujuria los envuelve sin piedad,Mientras arden en un éxtasis divino,Dándose al deseo sin pensarlo un segundo,En un mundo donde solo importa amar.
Carne y piel se entrelazan sin control,Donde el suspiro es música del momento,Viviendo un placer casi violento,Que sacude su ser, los envuelve en vórtex de emoción.
En la oscuridad de la noche infinita,Su amor se expande en cada centímetro,Dos cuerpos danzando en un rito,Donde la lujuria se vuelve bendita.
Y así, entre suspiros y gemidos,Se pierden en un abismo de pasión,En el que el deseo tiene su razón,Y el amor se construye en cada latido.
Lee estos Poemas de Lujuria y Deseo para tener inspiración:
Me entregas tu amor
Mi lujuria es un deseo insaciable
que me consuma por dentro
y me hace arder de pasion.
Mi cuerpo anhela tenerte
y sentir tu calor
mientras me fundo en ti.
Buscas mi mirada
y yo te doy mi cuerpo,
porque sé que quieres sentirme.
Me entregas tu amor
y yo te doy mi deseo,
porque sé que quieres tenerme.
Nuestros cuerpos se funden en una pasión ardiente
que nos quema por dentro
y nos llena de placer.
Nuestros labios se buscan
y se funden en un beso
que refleja el deseo que sentimos.
Nuestros cuerpos se mecen
al ritmo de una pasión intensa
que nos lleva al éxtasis.
Juntos nos fundimos en una explosion de placer
que nos deja sin aliento
y nos deja satisfechos.
Leopoldina Blasco
Te necesito con una necesidad sin fin
Amor mio,
te deseo con una lujuria que nunca acaba,
te quiero con un deseo ardiente,
te necesito con una necesidad sin fin.
Besos, caricias, abrazos y más,
todo lo que pueda darte, te lo daré,
porque eres el amor de mi vida,
porque sin ti no soy nada.
Con tu amor me siento completo,
con tu amor soy feliz,
con tu amor todo es perfecto,
porque tu amor es verdadero.
te amo mi amor,
te deseo con toda mi alma,
porque eres mi vida,
porque sin ti no soy nada.
Eloi Cortes
Mejores Poemas de Lujuria y Deseo cortos:
Lujuria y Deseo
Lujuria y Deseo
Amor, mi cuerpo anhela el mío tuyo
Noche tras noche, sueño con tus caricias
Tus manos acarician mi piel,
Y yo suspiro de placer
Nuestros cuerpos se funden en uno,
Mientras el deseo nos consume
Nuestras bocas se encuentran,
Y nos fundimos en un ardiente beso
El fuego de la pasion nos quema,
Mientras nos entregamos al placer
Nuestros cuerpos se mueven como uno,
Creando una melodía de amor
Amor mio, eres mi fantasia hecha realidad
Cada momento a tu lado es un sueño hecho realidad
Lujuria y deseo, nos consumen
Noche tras noche, en un circulo vicioso
Amor mío, nunca te dejaré ir
Porque eres mi droga, mi adicción
Lujuria y deseo, nos consumen
Noche tras noche, en un circulo vicioso
Amor mío, nunca te dejaré ir
Porque eres mi droga, mi adicción
Morgan Diez
No puedo resistirme, necesito estar contigo
Lujuria y Deseo
Amor mío, mi cuerpo anhela tu toque
Siento el fuego ardiente de tu pasión
Me consumen tus besos, me enloquecen tus caricias
No puedo resistirme, necesito estar contigo
Necesito sentir tu cuerpo junto al mio
Deseo ardientemente tus caricias
No puedo vivir sin ti, mi amor
Te necesito a mi lado
Para siempre estar contigo
Mi deseo es estar contigo
Por siempre y para siempre
Te amo, mi amor
Niceto Vicente
Soy esclavo de mi necesidad
Lujuria y Deseo
Por: Brenda S.
me duele tu toque,
Añoro tu beso.
anhelo tu cuerpo,
Necesito tu amor.
me consume la lujuria,
Estoy consumido por el deseo.
Soy esclavo de mis pasiones,
Soy esclavo de mi necesidad.
Estoy perdido en mi anhelo,
Estoy perdido en mi deseo.
Me estoy ahogando en mi propia necesidad,
Me estoy ahogando en mi propia necesidad.
Elsa Blanco