Generador de poemas de caza
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La Caza
En la fría y silente alborada,cada paso es un susurro que se escucha,emboscado en el bosque, el cazador espera,con paciencia y ansias de una presa.
El arco tenso, la flecha lista,los ojos atentos, la mente lista,el corazón en sincronía,con los latidos de la naturaleza.
El viento sopla, el aire se agita,sibilante en las hojas y entre ramas,señala el destino de la caza,y guía al cazador en su búsqueda.
El instinto animal despierta,y el cazador se convierte en sombra,un fantasma entre los árboles,un ser en comunión con el cosmos.
El césped crujiente bajo sus pies,el sol dorado ilumina su camino,pero es la luna plateada, la que lo guía,en esta danza eterna de la existencia.
El cazador brinda honor a su presa,la respeta y admira en su esplendor,porque solo aquel que ha buscado la vida,conoce el valor de la muerte en su honor.
Y así, en la alborada o en la puesta de sol,en cada sombra y en cada rastro,el cazador persigue su deseo,la esencia del ser en un instante fugaz.
La caza, un ballet eterno,un llamado ancestral en la sangre,el cazador continúa su camino,disfrutando la danza de la vida.
El cazador y su presa
En lo profundo del bosque se adentra el cazador valiente,buscando la presa que le regale un bello momento,con astucia y habilidad, su espíritu se levanta,consciente del respeto que la naturaleza le planta.
El sol se esconde tras los árboles, el crepúsculo llega,la quietud se vuelve cómplice, la selva se muestra ciega,pero los sentidos del cazador se agudizan en silencio,escuchando el susurro del viento como un dulce lamento.
Camina sigiloso, con pasos ligeros y firmes,como el felino que acecha antes de dar un brinco,sus ojos se llenan de vida, de pasión y de anhelo,sabe que el momento de la caza está cerca, lo percibo.
En medio de la espesura, aparece majestuoso el ciervo,con su elegancia y gracia, haciendo eco con sus cuernos,el cazador se detiene, su corazón late con fuerza,admira la belleza de la vida que yace en la maleza.
El arco se tensa, la flecha emprende su vuelo audaz,persigue el objetivo, como un ave libre y veloz,y en ese instante fugaz, presa y cazador se unen,en un vínculo ancestral donde el respeto se sostienen.
El ciervo cae en su último aliento con dulce honor,el cazador se arrodilla, en agradecimiento y temor,porque sabe que la caza es un equilibrio sagrado,donde se celebra la vida y la muerte, en un solo acto.
Así es la danza eterna entre cazador y presa,donde el amor por la naturaleza se expresa,un encuentro de fuerza, instinto y supervivencia,donde la humildad y el respeto siempre tienen presencia.
Caza en la Naturaleza
En el vasto bosque, donde los suspiros del viento se entrelazan,Se oculta un cazador con ojos de destello y corazón valiente.Sigiloso y ágil, se adentra en la espesura,En busca de aventura, en busca de su presa segura.
La tierra se abre ante sus pasos decididos,Sus pies, como plumas, acarician el suelo dormido.Sus sentidos agudos, alertas ante cualquier señal,Guiándole en su ruta, en busca del animal.
El Sol brilla alto en el cielo
El sol brilla alto en el cielo, iluminando el sendero,Las hojas danzan, revelando el rastro sagrado.El cazador, listo, observa con paciencia,Encomendando su puntería, con suma diligencia.
El arco tenso espera impaciente,La flecha ansía volar hacia su objetivo pendiente.El cazador, firme y sereno, sigue la trayectoria,Dispara con certeza, culminando su danza de caza.
La recompensa del cazador
El silencio se quiebra con el susurro del viento,El cazador recoge su recompensa con alivio y contento.Su respeto hacia la vida y la naturaleza palpita en su pecho,Agradeciendo por la provisión que le ha sido concedida en su lecho.
La caza es un arte, una danza con la tierra,Donde la humildad y el respeto encierran su propia guerra.La naturaleza nos brinda dones, pero también exige respeto,Es nuestro deber cuidarla, siempre en perfecto afecto.
Hermosos Poemas de Caza artísticos
Y atrapar a nuestra presa
poema de caza
El cielo esta lleno de estrellas,
Y la luna brilla sobre el mar.
Es la noche perfecta para cazar,
Y atrapar a nuestra presa.
Sigilosamente nos movemos,
Por la jungla oscura y fría.
Los ojos brillantes de nuestra presa,
Nos guían hasta ella.
Con un último salto,
Conseguimos atraparla.
Nuestro trofeo está asegurado,
Y la caza ha terminado.
Higinio Pacheco
Ii
YO.
El poema del cazador
Soy el cazador, siempre buscando mi presa
Soy el acosador, esperando en las sombras
Soy el depredador, listo para atacar
Yo soy el cazador, y este es mi poema.
II.
Busco la emoción de la persecución
Busco la emoción de matar
Busco la satisfacción de mi hambre
Yo cazo porque es lo que hago
tercero
No soy un asesino cruel o sin corazón.
tomo solo lo que necesito
mato solo para vivir
Yo soy el cazador, y este es mi poema.
Agata Rojas
Nuestra Lista de Poemas de Caza que te pueden gustar
y les enseño
A mi abuelo,
que siempre cazaba
y nos contaba
sus historias de aventuras,
y nos enseñaron
a ser buenos cazadores.
Ahora, yo cazo
y cuento mis historias
un mis nietos,
y les enseño
a ser buenos cazadores.
Beltrán Calvo
En busca de su próxima víctima
El cazador acecha a su presa
En la muerte de la noche
el esta al acecho
Para la matanza perfecta
Es paciente y silencioso.
Mientras espera su momento
Entonces él golpea
Con precisión mortal
El animal no se da cuenta
hasta que sea demasiado tarde
Nunca tuvo una oportunidad
Contra la espada del cazador
Su sangre mancha el suelo
Y el cazador sigue adelante
En busca de su próxima víctima
Lea Cuesta
Que soy un buen cazador
bajo el cielo de plata
Con mi rifle de oro
Cazando en la noche
Con mi perro a mi lado
Esperando a que el venado
Pase por mi mira
Entonces disparó
Y lo miro caer
con satisfaccion
Mientras mi perro lo celebra
Es una caceria
Que me llene de orgullo
Porque se
Que soy un buen cazador
Griselda Pereira
