Generador de poemas sobre el dia de la independencia de estados unidos
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Estrellas de libertad en el firmamento
Allá bajo el sol ardiente de julio,
un césped verde y fresco se extiende,
donde el cielo azul con sus estrellas blancas,
adornan el manto de la libertad sin desdén.
En ese día glorioso hace años,
héroes se levantaron a luchar,
La voz de la libertad gritó, estentorea,
su eco en el corazón de todos retumbó.
La lucha fue dura, pero valientes no flaquearon,
el camino al progreso marcado dejaron,
la libertad, sin igual, brilló eternamente,
en cada alma que hizo en Estados Unidos crecer.
El tiempo avanza, y nuevas batallas vienen y van,
pero nunca olvidamos ese empuje inicial,
Aquél cuatro de julio de mil setecientos setenta y seis,
un faro de esperanza en la humanidad asomó sin tropiezos.
Hoy celebramos y honramos esa ardua lide,
que dio nacimiento a un país de consuelo y felicidad,
Un brindis por aquellos vaientes patriotas,
que sus principios por la independencia jamás empalidecieron.
Celebremos la emancipación de un pueblo en unión,
y volvamos los ojos hacia ese cielo azul,
Estrellas de libertad en el firmamento brillan,
que nos guían si algún día perdemos nuestra noción.
La llama de la libertad
En un glorioso cuarto de julio,
cuando el alba despertaba,
allá por mil setecientos setenta y seis,
nuestra historia estaba por cambiarse.
De Filadelfia clamaron valientes,
un mensaje de libertad y esperanza,
unidos firmes en su gesta,
algunos en nombre de la gloria, o la venganza.
Bajo un cielo de trece estrellas,
se alzaron héroes con valor incalculable,
nada podría arrebatarles,
el anhelo de un destino estable.
Y en la bruma de la guerra,
de las batallas que afrontando iban,
siempre con la esperanza a cuestas,
la llama de la libertad encendían.
Declararon en versos inmortales
que para todos sería igual,
resonaron las palabras,
en suelo americano, todos serían libres, jamás hablarían en pasado aquel ideal.
Héroes de todas las edades,
escritores y oradores,
en la guerra sin frenos,
chocaron luchando contra el imperio inglés en la gran lucha de sabios y embusteros.
Y en la oscuridad del conflicto,
esas trece colonias emergieron,
iluminadas por la llama ardiente
de su noble sueño norteamericano, entorpecidos, mas unidos por el miedo.
Y ahora, cada año sin falta,
celebramos en honor a todos ellos,
a aquellos que dieron valentía,
la fuerza de conocer y de decir que a amos y sumisos, no es su raza quien los impulsa, sino aquellos.
Juntémonos con orgullo y alegría,
y con fuegos en el cielo,
porque aunque tan desde el este hacia el oeste, como entre el norte y el sur,
como una patria unida y libre, libramos una batalla y juntos al fin, tetimonialmente heridos, vencimos.
A la llama de la libertad digamos en el íntimo silencio,
gracias y luz, llevemos al alba.
Feliz Día de la Independencia,
los Estados Unidos de América; eternamente en nuestra alma.
Orgullo, fuego y estrellas en el cielo
Era un día de Julio, de cada año,
cuando un grito surcó el vasto espacio,
una lucha por la libertad, un noble desafío,
marcó la gesta por la independencia que juntos haríamos.
La bandera ondeaba en el horizonte brillante,
el rojo, blanco, azul, reluciendo como diamante.
Las estrellas que representan a las colonias que vencieron
el dominio de la corona, ese yugo que rompieron.
Pueblo valiente, raza curtida,
hijos de un sueño que encendió nuestra vida.
La libertad resonó, frente al soldado y el temor,
las palabras ansiadas de una nación clamando a una flor.
Creadores de un mundo que gritaba justicia,
lejos del yugo, del miedo y la injusticia.
Hombres y mujeres de fuerza incalculable,
fundadores de un sueño que hoy es inquebrantable.
Oh tierra bendita, fruto de la gloria,
benditas tus tierras, estrellas de nuestra historia.
Lucharon aquel día por algo inmortal,
esos ideales de igualdad y libertad, ese deseo celestial.
Celebremos de nuevo, como aquel 4 de Julio ansiado,
honremos a nuestros ancestros que nos legaron en el pasado.
Razón y orgullo, fuego y estrellas en el cielo,
un cielo que ilumina siempre nuestros deseos.
Fuegos de libertad
En tierras de valientes e ilustres,
donde resonó el eco de la lucha,
nació un sueño que, en su cuna,
tomaba forma cual ave que brilla en el anhelo.
La libertad fue su estandarte,
un himno de coraje y esperanza,
y al unísono sonaron sus gritos,
como fuegos de amor que la historia abraza.
Oh 4 de julio, día memorable,
cuando las campanas repicaron en unísono,
testigos de un pueblo indomable,
que al ser libre, escribió su propio destino.
Las miradas brillan con orgullo,
al ver la bandera ondear en lo alto,
estrellas que representan el triunfo,
y las barras sus pasados no exaltos.
En sus venas llevan sangre valiente,
de quienes lucharon hasta la victoria,
y por la libertad, su sueño permanente,
festejan en el Día de la Independencia su gloria.
Fuegos de libertad en sus noches se encienden,
luces que forman un manto iluminado,
celebran con goce cuando el 4 de julio se extiende,
y tus héroes, oh patria, jamás serán olvidados.
La estrella del alba en la tierra de libres
Oh, digna tierra de héroes y bravura,
Donde monarcas no tienen lugar,
Memorias llenas de orgullo y mesura
Hoy se conjuran al unísono al cantar.
Hace ya siglos, un cuatro de julio,
De neutras playas se comenzó a arrancar
Agujones de un invasor que en arrebato
No pretendía sino a los libres doblegar.
Fue entonces cuando las justas trece colonias
Unieron sus esfuerzos, voz y corazón,
Y fervientes lucharon día a día
Porqué la libertad no fuera una ilusión.
Oh costa roja, conquistada por las sangres
Y cielos azules bañados en un sol dorado,
Que maldecidos eran por los ángeles
Que en ellas mismas sufrieron cambio de estado.
Por fieros cuadros de vidas que se apagan
Para alumbrar con luz eterna el firmamento,
De valerosa estirpe es ya conocida esta nación
Que prevalece en la historia como eternas nociones.
Ya claves de lucha nunca sabrán de guerra,
La paz y prosperidad carpetesteras,
Campos fértiles de plenitud de calma abierta
Han sido a costa de almas estampidas en estrellas.
Que cada generación siempre recuerde
Lo que aquel cuatro de julio supo engendrar:
Una patria inmortal, de conquista de miedos,
Que en la supremacía del amor sabe reinar.
