Generador de poemas sobre el dia de la bastilla
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Estrofas de Libertad
En un glorioso catorce de julio,
El pueblo francés despertó.
Escuchad, pues, amigos y radío,
La historia de un pueblo que se alzó.
A medida que la luna se ocultaba,
El sol pintaba el cielo en rojo y azul,
Se levantó la nación que luchaba,
Por fraternidad, por igualdad y virtud.
Estatuas que gritaban por las calles,
Y patriotas ondeando sus blasones,
Un faro de esperanza entre las gavillas,
La Bastilla fue el instrumento de sus oraciones.
La tormenta rugía, el volcán estalló,
El pueblo se unió al compás de ardiente pasión,
Y a los cuatro vientos su esfuerzo voló,
Reverberando en un estruendo de ansiada adopción.
Y fue así que cayó la fortaleza,
Bajo la fuerza de esos valientes guerreros,
Hijos de la libertad y la nobleza,
Nueva vida predicaron palmo a palmo, raso a raso.
Pero el relámpago de la libertad fue breve,
Y la igualdad en vilo quedó.
Vino la guillotina y la sangre a ríos lleva,
En pos del futuro que el ayer forjó.
Mas no olvidemos jamás aquel día,
El día del orgullo y el coraje,
Cuando los ciudadanos en franca bravía,
Alzaron la docta voz con ferviente mensaje.
Escuchemos pues el eco inmemorial,
Que desde esas calles canta la oda de luz,
Recuerda, pueblo francés, el nacimiento crucial,
Del edén de héroes, que en ese sol enarbola la cruz.
El grito de la libertad
En la Francia de antaño, en aquel bendito día,
se alzó el pueblo en la cuna de una nueva utopía,
en la fortaleza hoy caída y el régimen esquinado,
celebramos los tambores del Día de la Bastilla alborotado.
Fue el pueblo unido rompiendo cadenas y muros,
encendiendo las calles, derribando lo oscuro,
un cuatro de julio, en el mismo núcleo distante,
abrazaron la libertad, voces de esperanza estallante.
Gigantes de piedra, portadores del oprobio,
en ruinas y escombros al fin, en rojo tan glorioso,
destronados los tiranos, soltando sus azotes,
cantó la libertad sus notas más sublimes y nobles.
Bajo un cielo pintado de tricolores emociones,
se levantó el pasado con promesas y canciones,
una revolución de cambio, de deseo inquebrantable,
un eco de justicia resonando en el pueblo liberado.
Hoy recordamos y festejamos con orgullo y ardiente pasión,
aquel Día de la Bastilla, en franca evocación,
alzamos nuestras copas, brindamos por el porvenir,
en una tierra donde la libertad ha de florecer y resistir.
En el Día de la Bastilla
Por las calles de París, al alba resplandeciente,
celebramos hoy la lucha de un pueblo diligente,
que en mil setecientos ochenta y nueve, valeroso,
nos dejó el legado de un poder más libre y luminoso.
En el Día de la Bastilla, recordamos con fervor,
los ideales de justicia, que trascienden en la historia,
y las húmedas cárceles, que alzaron en sus muros,
el anhelo de un país, de igualdad, paz y clamor.
Por la sangre de los hombres, por la lucha de razón,
la esfera enalteció el espíritu de una nación,
en este catorce de Julio, bajo fuegos y estandartes,
canta la Marsellesa en los corazones, en cada parte.
Es el grito de libertad, el susurro de fraternidad,
la convivencia de ideas y sueños, diversidad,
en un pueblo que se levanta con la frente en alto,
celebrando cada año el Día de la Bastilla con asalto.
Que no muera el recuerdo, de la fuerza, de la pasión,
de los valientes guerreros que lucharon sin temor,
ni la llama que arde, de ese espíritu antiguo e inmortal,
hoy honramos en verso el Día de la Bastilla, sin igual.
En el Día de la Bastilla
En el Día de la Bastilla, nuestro grito de llamar,
se alza en el aire, como un sueño a revivir.
Libertad, Igualdad, Fraternidad a alcanzar,
en un pueblo que se enfrenta, a un futuro por cumplir.
Fue en esa lejana noche, que un edificio cayó,
por las manos de un pueblo que lucharía hasta morir.
Rebasaron ya su límite, no esclavos se alzaron;
muros de opresión derrumbaron y esperanza hicieron surgir.
El azul, blanco y rojo, se ondea de aquí en adelante,
colores que la lucha y la gloria han asumido.
Ríos de sangre y sudor, miles de almas balanceantes,
rindieron tributo al país que juntos han erguido.
La historia recordamos, no para celebrar la guerra,
sino para abrazar el poder de la unidad.
Reunidos en esta noche, bajo el parpadeo de las antorchas,
pintamos un nuevo mañana, dulce es nuestra libertad.
Siguiendo los pasos de aquellos que en la Bastilla lucharon,
honremos con fuerza la herencia que nos dejaron.
Toquemos sus ecos, cerremos filas al destino,
y alzemos nuestras voces, hasta que la verdad resuene.
En el Día de la Bastilla, mi mano tiendo hacia ti,
lucharemos siempre juntos, por un mejor porvenir.
Una Francia unida, siempre vamos a resistir,
y en nuestro lema estará, nuestra ruta a seguir.
Celebrando la Libertad en el Día de la Bastilla
Canta, pueblo francés, alza tu copa en alto,
brillan por la libertad las luces de julio.
El eco de un grito surca el firmamento,
un pueblo unido, luchando por su suelo.
Oh, cómo recuerdan las historias antiguas,
el día glorioso de aquel catorce de julio,
cuando cayó la fortaleza en medio del huir,
y la Bastilla sucumbió, los hombres libres sonreír.
Recuerda, oh Francia, la sangre derramada,
los mártires, los héroes de esa jornada,
aprended, jóvenes y viejos, la historia revelada,
no dejéis que desaparezca o se desvanezca.
Ríe y llora, canta y danza a través de las callejas,
que el Día de la Bastilla jamás se olvida,
la belleza de la libertad, fraternidad y la paz,
un símbolo eterno ahora entregado a las edades.
Las luchas por venir, enfrentadas con valentía,
enarbolando el tricolor como bandera,
la herencia y el legado de la Bastilla nos impulsa:
sigamos esa luz, la luz de la igualdad.
Hoy, en cada rincón de vuestra gloriosa nación,
canten, griten vuestros nombres, celebren la ocasión.
La Francia resuena, hay fiesta en las calles,
oh, amada patria, que la libertad nos abrace!