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Cinco Mejores Poemas sobre Olvido

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Olvido

En la vastedad de la memoria, el olvido yace,
un rincón oscuro donde los recuerdos se desvanecen;
como hojas doradas que caen sin cesar,
en el abismo del tiempo, se desaparecen.

El olvido, cruel compañero del corazón herido,
besa con sus labios fríos los momentos vividos;
en su abrazo silente, se pierden los suspiros,
y los amores marchitan como flores en olvido.

Es un lienzo en blanco que borra la historia,
un mar infinito donde se ahogan los anhelos;
las memorias se desvanecen, sin cuento ni gloria,
y solo el eco del silencio va quedando en desvelos.

El olvido es el refugio de viejas agonías,
donde los dolores encuentran su escondite;
es un sendero enredado de melancolías,
donde el pasado yace, para siempre incólume.

Pero en el olvido también hay esperanza,
un respiro de alivio para el alma maltrecha;
pues si bien las memorias pueden ser un lance,
en nuevas experiencias, la vida se reemprenda.

Así, abrazo al olvido como un amigo lejano,
que con su fría brisa me libera del pasado;
me entrega en bandeja un lienzo casi en blanco,
donde puedo escribir un nuevo sueño, renacido.

El Olvido

En las profundidades de mi memoria,se encuentran los recuerdos que un día fueron,susurros del pasado que ahora se desvanecen,como hojas llevadas por el viento.

El olvido es un viaje incierto,un laberinto sin fin donde los recuerdos se pierden,donde las huellas se borran,y el pasado se desvanece en la nada.

Pero en el olvido hay un remanso de paz,un lugar donde las heridas sanan,donde los errores se olvidan,y la tristeza se desvanece en la distancia.

En ese rincón del olvido,donde tus caricias se vuelven borrosas,y tus besos se desvanecen en el tiempo,encuentro la liberación de mi alma atormentada.

Aunque duela despedirme de lo que fue,el olvido es un lienzo en blanco,donde puedo pintar nuevos amaneceres,donde me encuentro a mí mismo.

El olvido no es olvido,sino la oportunidad de renacer,de construir nuevos recuerdos,y de aprender a vivir sin mirar atrás.

Así que hoy me despido de lo que una vez amé,con gratitud por lo vivido,y con la esperanza de que el olvido sea la puerta,hacia un nuevo amanecer.

El Olvido

En el confín de la memoria,

donde los recuerdos se desvanecen,

se encuentra el oasis del olvido,

donde el corazón se enderece.

En sus arenas suaves y doradas,

se desvanecen las penas amargas,

los amores marchitos y las heridas,

que el tiempo ha dejado hundidas.

El olvido es un soplo de viento,

que borra los rastros de tormento,

es el bálsamo que cura el alma,

ante cada dolor y cada calma.

Es un regalo que nos da el destino,

un nuevo comienzo en cada camino,

nos brinda la oportunidad de renacer,

y de volver a empezar a crecer.

En el abrazo del tiempo y el olvido,

se escucha un susurro, un latido,

que nos dice que aunque duela partir,

en el olvido podemos sonreír.

Así, en el ciclo eterno de la vida,

aprendamos a soltar las cadenas,

y en el abrazo del olvido perdido,

encontremos la paz y las quimeras.

El Olvido que Tú No Puedes Borrar

Dejé caer mis recuerdos al viento,donde el olvido abraza mis pensamientos,un mar de ausencia que se cierne en mi pecho,me envuelve en una tristeza intensa, un lamento.

Las risas y los besos, ahora en sombras,se desvanecen lentamente en mis manos,como si el tiempo los hubiera traicionado,y el olvido se convirtiera en mi arcano.

¿Qué debo hacer para olvidar tu ser?

Ahora me pregunto, en angustia infinita,¿Qué debo hacer para olvidar tu ser?Cuando cada latido me lleva a buscar,los fragmentos de un amor que ya no puede ser.

Destruir fotografías, quemar cartas escritas,borrar tu nombre de memorias y sueños,todo parece en vano, como si fuera imposible,llamar al olvido y gritarle "¡ven, muéstrame su dueño!".

El Olvido, un aliado traicionero

El olvido, ese aliado traicionero,que se entromete en mi mente día tras día,me susurra al oído tu nombre y tu imagen,recordándome lo que tanto querría olvidar.

Pero ¿acaso el olvido es una bendición?O solo es un disfraz de mi dolor,un intento fallido de liberación,de seguir adelante, sin ti, sin amor.

Aunque mi mente olvide, el corazón persiste

Pero mi corazón, terco e insistente,se empeña en guardar cada pedazo de ti,aunque la razón grite "¡olvídalo ya!",mi ser se debate entre el olvido y no te olvidaré.

El tiempo pasa y el eco de tu ausencia,se estampa en mi alma como un indeleble tatuaje,y aunque el olvido me llame con su canto,un amor profundo no se olvida, tan fácilmente.

El olvido, dulce tormento

En el rincón oscuro de la mente,

donde habitan los recuerdos amargos,

el olvido se alza como un alivio,

una brisa suave que acaricia el alma.

Oh, dulce olvido que borras las heridas,

que arrancas de raíz los pesares,

en tus brazos encuentro el consuelo,

la oportunidad de renacer sin afanes.

A veces, te busco desesperadamente,

anhelando el alivio que ofreces,

aguardando que tu manto tibio

envuelva mis pensamientos dolorosos.

Y en otros momentos, mi corazón llora,

porque en tu abrazo van también los momentos,

los besos, las risas, las promesas,

que el tiempo y la distancia han desvanecido.

El olvido, dulce tormento,

eres bálsamo y a la vez paradoja,

porque al borrar las memorias tristes,

también destiñes los recuerdos hermosos.

Pero, en ti encuentro la libertad,

la oportunidad de ser quien deseo ser,

libre de cadenas que me atan al pasado,

abierto al presente, sin miedos ni anhelos.

Por eso, hoy te acepto y te abrazo,

olvido mío, dulce compañero,

porque eres la fuerza que me impulsa,

a soltar y a volar, sin mirar atrás.

Recuerdos olvidados

En un rincón de la memoria perdida,

se esconden amores que son ausencia,

allí yacen, en la sombra oscura,

los recuerdos que el olvido alcanza.

Un corazón que solía latir,

ahora yace en un abismo sin fondo,

regalos de un tiempo que ya no existe,

donde el pasado se ha vuelto incógnito.

El viento susurra historias desvanecidas,

que se dispersan como hojas al viento,

una etapa que parecía eterna,

se ha desvanecido en el tiempo lento.

Pero aún así, hay belleza en el olvido,

la liberación de un peso en el pecho,

espacios vacíos que se han creado,

para que nuevas memorias tomen su puesto.

Así que abrazo el olvido con gratitud,

porque me ha dado la oportunidad,

de vivir y amar nuevamente,

sin el peso de una carga del pasado.

El olvido

El olvido es un río silente,

que arrastra con fuerza implacable

los fragmentos del tiempo pasado,

haciéndolos desvanecer en la nada.


En sus aguas cristalinas

se reflejan los momentos perdidos,

las risas, las lágrimas y los besos,

que alguna vez vivieron en el recuerdo.


El olvido es un lienzo en blanco

donde se borran los nombres escritos,

las promesas hechas al viento,

y los sueños desgastados por el tiempo.


Pero en ese río de olvido

se anidan nuevas esperanzas,

se construyen nuevos caminos,

y se renace en cada amanecer.


El olvido no es un fin

es un nuevo comienzo,

una oportunidad de crecer,

y dejar atrás lo que ya no sirve.


Aceptemos el olvido,

como una caricia del destino,

que nos permite reinventarnos,

y escribir nuevas historias.

El Olvido

En el vasto universo del tiempo,

Habita el olvido como un misterio,

Su esencia invisible y sutil,

Que quiebra el alma y nos hace reptil.

En las profundidades del recuerdo,

Susurra el olvido con desapego,

Arrancando los lazos con sutileza,

Que un día fueron nuestra fortaleza.

Es un río sin rumbo ni destino,

Que destruye todo en su camino,

Borreando memorias con destreza,

Haciendo trizas la más dulce promesa.

Pero no es un malvado invasor,

Sino un aliado del corazón,

El olvido es la medicina del alma,

Que sana heridas y nos calma.

En sus brazos el pasado se adormece,

El dolor se desvanece y desaparece,

Nos invita a soltar y a renacer,

Para encontrar la paz en el volver a ser.

Y así, al abrazar su dulce abismo,

Descubrimos que el olvido no es cinismo,

Sino un regalo que nos libera,

Una oportunidad que el tiempo reverencia.

Entonces, aceptemos su dulce ofrenda,

Dejemos que el olvido nos venda,

Para vivir en el presente sin cadenas,

Y en la eternidad de nuestra propia serena.

Olvido

En las ciudades del olvido, mi alma se pasea.

Camina por calles anónimas y calles sinuosas,

donde los recuerdos se desdibujan y borran

en las esquinas de la memoria abandonada.

El olvido es como un viento implacable,

que va apagando las llamas de los momentos vividos.

Es una oscuridad que cubre la luz de los recuerdos,

haciendo que todo se difumine en el tiempo.

En el vasto océano del olvido, naufragan los amores,

los sueños y los instantes que jamás volverán.

Se pierden en las profundidades de la nada,

como barcos que se hunden sin dejar rastro.

Pero, también en el olvido hay esperanza.

Pues en su regazo yace la posibilidad de empezar de nuevo,

de reinventarnos y reconstruirnos sin cadenas.

Porque solo en el olvido somos verdaderamente libres.

Así que déjate llevar por la corriente del olvido,

deja que las aguas arrastren lo que ya no es,

y en su lugar, siembra la semilla del futuro

para florecer en un jardín de nuevas experiencias.

Abraza el olvido como un viejo amigo,

que te libera de las cargas del pasado.

Y vive el presente, sin miedos ni ataduras,

en un constante y hermoso amor por la vida.

El Olvido

En lo profundo del vasto universo de la memoria,

existe un rincón oscuro y solitario,

donde el olvido habita en silencio y esplendor,

borrando los recuerdos con mano implacable.

Un velo sutil cubre mis pensamientos pasados,

y se desvanecen como susurros fugaces en el viento,

mientras el olvido se apodera de mi razón,

y deja huellas invisibles en mi corazón.

Los días se convierten en un lienzo en blanco,

donde los colores de momentos felices se desvanecen,

y solo queda la tristeza de lo que una vez fue,

perdido en el abismo del olvido eterno.

Pero no me entristezco por esta ausencia,

porque el olvido también es un regalo divino,

que nos permite renacer y liberarnos,

de los pesos muertos de un pasado doloroso.

Es en el olvido donde hallamos la oportunidad,

de escribir nuevos versos en nuestra existencia,

de reconstruir los pilares que una vez se derrumbaron,

y de florecer en un jardín de amapolas olvidadas.

Entonces, abrazo al olvido con gratitud infinita,

porque su manto me permite volar libre y liviano,

y ser testigo de un presente lleno de esperanza,

donde el futuro se tiñe de colores radiantes.

Así que, bienvenido sea el olvido en mi camino,

con su danza de sombras y recuerdos desvanecidos,

pues en su abrazo encuentro la paz y la redención,

para seguir adelante con valentía y pasión.

Geniales Poemas sobre Olvido cortos

Eres el olvidado

olvido,

eres el olvidado,

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El que se queda atrás,

El que nunca se recuerda,

El que siempre se olvida.

eres el olvidado,

Pero no eres olvidado por mí.

Te recuerdo,

Pienso en ti,

Nunca te olvidaré.

eres el olvidado,

Pero nunca serás olvidado por mí.

Gerardo Millan

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es hermoso y fragante

yo

El olvido es como una rosa.

es hermoso y fragante

pero tiene espinas

y te puede hacer daño

si no tienes cuidado

El olvido es como una rosa.

Puede hacerte olvidar

Las cosas que una vez supiste

Y puede hacerte olvidar

Las personas que alguna vez amaste

El olvido es como una rosa.

es hermoso y fragante

pero tiene espinas

y te puede hacer daño

si no tienes cuidado

Jacinta Rios

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Lee estos Poemas sobre Olvido para tu inspiración

Olvidé tu toque

se me olvido tu nombre
olvidé tu cara
Olvidé tu toque
olvidé tu voz

Olvidé cómo me hiciste sentir
Olvidé cómo me hiciste sonreír
Olvidé cómo me hiciste reír

Te olvidé

Olvidé lo mucho que te amaba
Olvidé cuánto te necesitaba
Olvidé cuánto te quería

Te olvidé

Pero nunca olvidaré cómo me hiciste sentir
Nunca olvidaré cómo me hiciste sonreír.
Nunca olvidare como me hiciste reir

Nunca te olvidaré

Dalma Pastor

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A veces es mejor olvidar

A veces es mejor olvidar

Apretar los puños y dejar ir

Los recuerdos que nos hieren

Y nos impidan avanzar

A veces es mejor olvidar

El pasado que nos atormenta

Y vivir el presente

Para poder tener un futuro

A veces es mejor olvidar

Y dejar que el tiempo pase

Para que podamos seguir adelante

Isidora Gallardo

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Con sólo los recuerdos de nuestro tiempo

olvido,

Viniste a mí como un ladrón en la noche,

Me robó el corazón y me dejó atrás.

Te llevaste mi amor y me dejaste sin nada,

Pero los recuerdos de nosotros juntos.

Ahora me quedo aquí solo,

Con sólo los recuerdos de nuestro tiempo.

Nunca te olvidaré, mi amor.

Tú eres el que se escapó.

Minerva Ferrer

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