5 Poemas sobre Relaciones Toxicas

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Relaciones Tóxicas

En el oscuro abismo del amor,

donde la luz apenas se asoma,

viven las almas atrapadas,

enredadas en relaciones tóxicas.

La pasión que arde como fuego,

se convierte en una trampa mortal,

donde los corazones se desgarran,

y el amor se vuelve un veneno letal.

Las palabras se convierten en dagas,

que hieren y destruyen sin descanso,

las mentiras se entrelazan con la verdad,

y los sueños se vuelven pedazos.

El control se instala como un tirano,

dictando las normas del juego cruel,

la confianza se desvanece en el aire,

y todo se convierte en un duelo fiel.

Pero amar no debería ser sufrir,

ni ser una agonía constante,

el amor debe ser un abrazo cálido,

un refugio seguro, un nido brillante.

Así que aléjate de las relaciones tóxicas,

de las garras que te aprisionan sin piedad,

reconoce tu valor y empodérate,

libera tu corazón y encuentra la felicidad.

Relaciones Tóxicas

Enredados en un juego de vicios y mentiras,

Danzamos en un abismo de penumbras y desaires.

Una relación tóxica, como veneno para el alma,

Se entrelaza sin piedad, llevándose nuestra calma.

Las palabras, afiladas como cuchillos sin piedad,

Hieren y desgarran, dejando cicatrices en la intimidad.

Los gestos arrogantes y llenos de desprecio,

Destruyen nuestra esencia y nos dejan sin respiro.

Somos como hojas secas, prisioneros del dolor,

Atados a este ciclo vicioso, sin ningún color.

La felicidad parece un recuerdo lejano y distante,

Mientras vivimos en un barco nefasto y agonizante.

Es hora de despertar y liberarnos de este encanto cruel,

De buscar la paz y recuperar lo que se fue.

Sanar nuestras heridas y aprender a amarnos de verdad,

Deshacer los hilos tóxicos que nos aprisionan sin piedad.

Porque merecemos un amor sano y sincero,

Donde el respeto y la comprensión sean el sendero.

Levantémonos juntos, dejando atrás este veneno,

Rompiendo las cadenas que nos atan sin freno.

Que nuestras almas vuelvan a respirar libertad,

Encontrando el amor propio en cada despertar.

Porque merecemos ser felices, sin ataduras ni dolor,

Y reescribir nuestro destino con amor y valor.

Relaciones tóxicas

En tu abrazo sentí la trampa,

una dulce ilusión que envenena,

donde me perdí y no me encuentro,

en el amor que no me llena.

El corazón se va desvaneciendo,

entre palabras que hieren sin cesar,

me arrastras por senderos oscuros,

donde la luz no puede adentrar.

Las palabras se vuelven espinas,

que se clavan profundamente en el alma,

me ahogo en un mar de reproches,

y mi voz se queda sin calma.

Intento huir de esta oscura prisión,

donde nuestros sueños mueren,

pero en cada intento de liberación,

mis pasos se confunden y se pierden.

Es tiempo de romper las cadenas,

de dejar atrás el miedo y el dolor,

de buscar en el amor la calma,

y sanar las heridas con fervor.

Porque merecemos un amor sano,

que nos eleve y nos haga crecer,

debemos alejarnos de lo tóxico,

y encontrar la felicidad en otro ser.

Así que me despido de ti, relaciones tóxicas,

te dejo en el pasado donde perteneces,

ahora comienzo a sanar mis heridas,

y abro mi corazón a nuevos amaneceres.

Sobreviviendo a la Toxicidad

En el laberinto oscuro de relaciones tóxicas,

donde el amor era veneno y la confianza se rompía,

mi alma, una vez cautiva, buscaba la salida,

buscaba luz para sanar las heridas.

Enredado en palabras llenas de manipulación,

me perdí en la telaraña de falsas ilusiones,

nuestro amor parecía una maldición,

una danza de tormentos y desilusiones.

Las palabras hirientes rasgaban el alma,

las burlas eran dagas que cortaban profundo,

la confianza se desvanecía en cada segundo,

pero mi corazón seguía en el refugio profundo.

Con cada disculpa se volvía más difícil escapar,

pero mi esencia luchaba por resurgir,

romper las cadenas, volver a vivir,

y del abismo oscuro finalmente huir.

Aprendí a decir "no" y a reconstruir mi fuerza,

a valorar mi ser y priorizar mi bienestar,

la toxicidad no me puede dominar,

mi espíritu renace y el amor empieza a brillar.

Desperté de ese sueño pesadillesco,

donde la felicidad era tan fugaz,

con cicatrices en el alma pero ya en paz,

libre de esa toxicidad que me opacaba la paz.

Así que aquí estoy, más fuerte, más sabia,

compartiendo mi experiencia y mi luz,

recordando a aquellos que en una relación abusiva,

el amor propio siempre debe ser la cruz.

Relaciones Tóxicas

Entre amores oscuros y caminos espinosos,

se encuentran las almas enredadas en la trampa.

De veneno teñidas sus caricias venenosas,

y en sus labios se oculta la más dulce lava.

Las palabras que eran miel ahora son amargas,

y el amor que era fuego se ha convertido en hielo.

Como un jardín marchito sin rosas ni margaritas,

las almas se desvanecen en el olvido eterno.

Los corazones rotos y los sueños en pedazos,

son el legado triste de relaciones que hieren.

La confianza, antes inquebrantable, se derrumba,

y los besos se convierten en cuchillos que hieren.

Pero en medio de la oscuridad y la desesperanza,

se forjan almas fuertes, capaces de renacer.

Desde las cenizas de pasados tóxicos,

surge el amor propio, el verdadero poder.

Porque el amor no debe ser una prisión,

ni un laberinto sin salida que aprisiona,

sino un camino de luz y de plena fusión,

donde las almas crecen y el amor florece.

Así que despierta, rompe las cadenas,

libera tu espíritu y sana las heridas.

No te conformes con menos de lo que mereces,

pues en el amor sano, siempre hay vida.

Relaciones Tóxicas

En un mundo de amor y pasión,

donde el corazón busca su razón,

a veces nos perdemos en el camino,

y caemos presos de un destino tóxico.

La relación que parecía ser eterna,

hoy se ha convertido en una caverna,

donde las heridas dejan cicatrices,

y los sueños se vuelven deslices.

Enredados en las cadenas del dolor,

luchamos por escapar sin temor,

pero las ataduras nos detienen,

y el amor, poco a poco, se consume en veneno.

El veneno que se esconde en el abrazo,

y que convierte el cariño en fracaso,

nos envuelve en un manto de toxicidad,

donde el amor se convierte en crueldad.

Pero aún hay esperanza en medio del caos,

la fuerza necesaria para seguir con los brazos,

levantados y dispuestos a luchar,

por encontrar un amor verdadero y sanar.

Relaciones Tóxicas

En la oscura trampa de un amor engañado,

donde el odio se abraza al corazón llagado,

caminamos en un sendero sin salida,

donde el alma suplica por su vida.

La toxicidad fluye como veneno en las venas,

arrancando sonrisas, sembrando penas,

nos consumimos sin poder escapar,

en una danza de dolor que nos atrapa sin cesar.

El yugo emocional nos mantiene prisioneros,

atados al amor, somos verdugos y carceleros,

nuestras palabras se desgarran como puñales,

y los sueños se marchitan, como tristes rosales.

Las mentiras construyen inseguridades sin fin,

como un laberinto oscuro en el que no se ve el fin,

la confianza se quiebra en pedazos de cristal,

y nuestras almas naufragan en un mar de mal.

Es hora de romper estas cadenas de tormento,

y buscar la libertad, nuestro merecido aliento,

recordemos que merecemos amor valioso y sano,

y que la felicidad puede brillar en nuestro llano.

Dejemos atrás estas relaciones asfixiantes,

que nos hieren el alma con dagas punzantes,

elevemos nuestro ser hacia nuevos horizontes,

donde el amor sea libre de sombras y embrollos.

Las relaciones tóxicas son pasos falsos en la vida,

aprendamos de ellas para no ser cautivos de su herida,

sanemos nuestras heridas y renazcamos con fuerza,

porque merecemos un amor que nos complemente y enaltezca.

Tormenta de Amor

Enredados en el laberinto del desamor,

dos almas perdidas buscando calor.

El fuego ardiente, la pasión y el dolor,

se esconden detrás de un brillo fulgurante de amor.

Como marionetas, nos dejamos llevar,

sin notar cómo, poco a poco, nos empezamos a ahogar.

Las palabras se convirtieron en dagas afiladas,

y los gestos de cariño, en garras despiadadas.

Atrapados en las arenas movedizas del engaño,

nos hundimos sin remedio, en un pantano extraño.

Mientras bailábamos al ritmo de la mentira,

la confianza se desmoronaba, sufría y suspira.

La toxicidad se transformó en un veneno invasor,

que consumía nuestras almas, sin piedad ni control.

Pero en medio de la tormenta, surgió la lucidez,

nos dimos cuenta que no había paz, solo altivez.

Decidimos romper las cadenas que nos atan,

liberándonos de esa prisión cruel y sádica.

Ahora, seguimos adelante, con el corazón roto,

pero con la esperanza de encontrar un amor de verdad, remoto.

Aprendimos a sanar las heridas causadas por las palabras hirientes,

y a alejarnos de las relaciones tóxicas, de las que somos conscientes.

Porque el amor no puede ser un campo de batalla,

sino un lugar donde el respeto y la calma se entrelacen en cada batalla.

Relaciones Tóxicas

Entre las penumbras del amor afloran
las relaciones tóxicas que desgarran.
Enredos de pasión y de desamor
que oscurecen el corazón, lo mancillan.

Como venenos silenciosos se esparcen
en las venas del más puro enamorado.
Las palabras se vuelven dagas afiladas
que hieren el alma y el amor maltratan.

La toxicidad se camufla como amor,
se esconde tras falsas promesas y engaños.
El veneno se derrama lento pero letal,
carcomiendo la esencia de los seres amados.

Las heridas emocionales se multiplican,
la confianza desvanece en sombras amargas.
Las lágrimas se convierten en compañeras
de aquellos que viven atados en relaciones duras.

La libertad se desvanece en cadenas de dolor,
la felicidad se esconde tras muros derruidos.
Es difícil deshacerse de estos lazos tóxicos,
pero es imprescindible liberarse del sufrimiento inducido.

La vida merece ser vivida con plenitud,
sin las ataduras de relaciones venenosas.
Abrir los ojos y el corazón a la verdad,
dejar atrás lo tóxico y encontrar nuevas mariposas.

Recuerda que mereces ser amado y respetado,
que el amor debe nutrir y no desgarrar el alma.
Rompe los lazos tóxicos, sana tus heridas,
y déjate llevar por el verdadero amor que te calma.

Relaciones tóxicas

Enredados como hilos de seda,

en un baile de arañas venenosas,

fui cautivo de tu mirada fría,

embriagado por tus palabras engañosas.

Una relación que se volvió tormenta,

donde el amor se volvió amargo veneno,

cada palabra convertida en una afrenta,

las cicatrices grabadas en nuestro ser.

Nos perdimos en un abismo oscuro,

donde los lazos se volvieron grilletes,

atados a esta danza sin futuro,

engañados por falsas promesas de milenios.

Éramos un rompecabezas desordenado,

en constante búsqueda de la redención,

pero cualquier intento quedaba truncado,

por la toxicidad de nuestra conexión.

Nos desgastamos en un juego perverso,

donde el sufrimiento era nuestra única moneda,

cada gesto lleno de reproches y desprecio,

cambiando el amor por una cárcel sin salida.

Hoy me libero de tus garras afiladas,

y en el espejo se refleja mi resurrección,

ya no hay más espacio para las lágrimas derramadas,

es hora de romper este ciclo de destrucción.

Las relaciones tóxicas son veneno que destruye,

es importante reconocer la señal de alarma,

buscar la felicidad que tanto uno merece,

y alejarse de quien causa tanto daño y karma.