5 Poemas de Anónimos

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Anónimos

En la vasta noche se ocultan,Sin nombre ni rostro conocido,Son sombras silenciosas que flotan,En un mundo tan desatinado.

Anónimos, misteriosos seres,Sin reconocimiento ni gloria,Su identidad se desvanece,En la inmensidad de la memoria.

Caminan por las calles vacías,Sin que nadie les preste atención,Dejando marcas fugaces de vida,En medio de tanta desconexión.

Sus voces se pierden en el viento,Como susurros casi inexistentes,Son ellos, los desapercibidos,Los invisibles y persistentes.

Pero mira más allá de las apariencias,De aquellos rostros disimulados,Puede que encuentres en uno de ellos,Un alma hermosa y apasionada.

Los anónimos también sueñan,Aman, lloran y se equivocan,En lo profundo guardan sus penas,Y sus esperanzas se rebelan ante el rocan.

Así que no olvides nunca,Que en medio de la multitud,Se ocultan historias secretas,De anónimos con gran virtud.

Anónimos

En la inmensa multitud de pasos apresurados,

Entre luces y sombras, anónimos caminantes,

Se entrelazan los destinos, los instantes,

Y se esconden en nuestras almas su acervo guardado.

Anónimos que surcan mares y tierras extrañas,

Con las miradas perdidas en un horizonte lejano,

Buscando respuestas en cada nuevo piano,

Marchando hacia destinos que el corazón acompaña.

Anónimos que en su soledad encuentran consuelo,

En palabras escritas en páginas secretas,

Donde sangra el alma de cada poeta,

Contando historias de amores y desvelo.

Anónimos que sonríen, que abrazan y que lloran,

Guardando en silencio sus sueños y sus penas,

Anhelando la paz en medio de las arenas,

Esperando esos rayos de luz que atesoran.

Anónimos que aman sin pedir nada a cambio,

Que dan sin mirar a quién ni cuánto reciben,

Que en su dulce anonimato el mundo describen,

Dejando un legado de amor y coraje.

Anónimos que en la sombra se vuelven poesía,

Tejiendo versos de profunda melancolía,

Plasmando en cada palabra la eternidad,

Y así, anónimos, dejan su huella en la humanidad.

Anónimos

En la vasta noche, en el silencio etéreo,Surgimos, sombras sin nombre, sin rostro,Como susurros que se escapan al viento,Como destellos ocultos en la noche oscura.

Unidos en el anonimato, en la invisibilidad,Somos un océano de misterio sin fin,Cada uno con su historia, su dolor, su alegría,Tejemos un tapiz de emociones entrelazadas.

En los rincones más oscuros de la existencia,Residimos, buscando un rayo de luz,Somos el eco de los sueños no cumplidos,El refugio de los corazones quebrados.

No importa cuánto tiempo perduremos en la sombra,Nuestra esencia persistirá en cada esquina,En cada verso que nace de la pluma anónima,De aquellos que prefieren ser sin ser reconocidos.

En este vasto universo, en la miríada de voces,Cada uno de nosotros encuentra su propio eco,En el anonimato renacemos, nos liberamos,Para volar libres como pájaros en el viento.

Así, como los pétalos de una flor desconocida,Desplegamos nuestra belleza sin ser reclamada,Un regalo a aquellos que tienen ojos para ver,La magia de lo inexplicado, lo no revelado.

En este poema anónimo, un canto a lo invisible,Inmoortalizamos nuestras almas sin nombre,Y en cada verso, en cada palabra sincera,Dejamos un rastro de amor en el universo vasto.