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En memoria eterna
Queridos seres amados,Vuestras almas se han ido,Pero en nuestros corazones,Vuestro amor ha surgido.
Las lágrimas caen como lluvia,Sobre estas lápidas de piedra,Pero en la quietud de la noche,Vuestro recuerdo nos despierta.
Somos flores marchitas,En el jardín de la vida,Pero vuestra luz brilla,En cada estrella perdida.
Recordamos los momentos,Que juntos compartimos,Las risas y los abrazos,Los besos que nos disteis.
En cada amanecer dorado,En el suave susurro del viento,Sentimos vuestra presencia,Como un tierno aliento.
Os extrañamos, queridos,Pero sabemos que jamás partisteis,Porque vivís en nuestros pensamientos,En cada uno de los latidos.
Descansad en paz en la eternidad,Mientras en la Tierra os recordamos,Vuestra memoria renace en cada verso,Hasta que con vosotros nos encontremos.
Susurros del eterno descanso
En estas tierras sagradas, que acunan almas,donde yacen seres queridos en su sueño final,las lápidas guardan historias imperecederas,susurros de recuerdos, eternos como el cristal.
Aquí reposan aquellos que amamos,sus nombres grabados en frío mármol blanco,testimonios de un amor profundo e infinito,que perdura en el tiempo como un canto.
Las lápidas, firmes y serenas como las estrellas,custodian los sueños de aquellos que partieron,marcando un hito en la vastedad del universo,donde su esencia y su legado se eternizan y no perecen.
Bajo la sombra de los cipreses centenarios,las lápidas susurran secretos al viento,historias que se entrelazan con la eternidad,donde el amor y el dolor se fusionan en un lamento.
En cada palabra tallada con dedicación,en cada fecha que evoca su nacimiento y su adiós,las lápidas se convierten en testigos mudos,de una vida vivida con pasión y veloz.
Que estas palabras de amor y gratitud,iluminen los corazones de quienes visitan,las lápidas que resguardan a sus seres amados,y en ellas encuentren paz y alivio que incitan.
Pues en estas lápidas se escribe la vida,el canto eterno de almas que trascienden,y aunque el tiempo pueda desvanecerse,en el recuerdo y el amor, jamás se sorprenden.
En memoria eterna
Por siempre recordados en este lugar sagrado,
Donde descansan las almas que han emprendido su vuelo.
Aquí grabamos sus nombres con amor y respeto,
Para que su recuerdo nunca sea olvidado.
Bajo el manto de la eternidad
En estas frías lápidas reposan los sueños,
De aquellos que alguna vez iluminaron nuestras vidas.
El tiempo se detiene ante la belleza de su legado,
Un testimonio de amor que jamás desvanecerá.
Testigos de un amor sin fin
Las lápidas guardan secretos de amores profundos,
Poemas escritos con lágrimas y suspiros.
En este jardín de silencio y serenidad,
Nuestros amados descansan, en paz y seguridad.
Descansa en paz, alma querida
Tu vida fue un regalo que llenó nuestros corazones,
Hoy te despedimos con dolor y gratitud en nuestras voces.
Que tu espíritu encuentre la paz anhelada,
Mientras recordamos los momentos que juntos compartimos.
Lecciones de vida talladas en piedra
Estas lápidas son más que simples nombres y fechas,
Son lecciones de sabiduría para aquellos que pasan.
La vida es efímera, pero el impacto trasciende,
En cada corazón que al recordar, se enciende.
En memoria eterna
En este lugar sagrado y sereno,
donde reposa la vida en su viaje,
dedicamos este poema eterno,
a aquellos que partieron en coraje.
Un legado de amor
En estas piedras talladas con arte,
se graba el recuerdo de almas nobles,
que dejaron huella en cada parte,
y sus virtudes se vuelven inmortales.
La belleza de la eternidad
Aquí yace un espíritu tan puro,
que brilló en vida como una estrella,
las flores y el viento llevan su apuro,
a embellecer su morada tan bella.
Un alma que sigue latiendo
Las lágrimas fluyen de aquellos que aman,
pero el alma querida nunca se aleja,
en cada soplo de viento, se hermanan,
manteniendo viva la dicha que deja.
Luz que nunca se extingue
En esta loza donde descansa,
se guarda un espíritu radiante,
su luz eterna siempre avanza,
en la memoria, constante y vibrante.
Que estas palabras sirvan de consuelo,
a aquellos en duelo y pesar profundo,
las piedras hablan, dejan su anhelo,
pues el amor nunca se termina en el mundo.
Hermosos Poemas para Lapidas para reflexión:
quiero ser el viento
Cuando muera
No me pongas en una caja
o en el suelo
Quiero ser libre
quiero ser un pájaro
Quiero volar
quiero ser una estrella
quiero brillar
quiero ser el viento
quiero ser el sol
quiero ser todo
Y nada
quiero ser
Quiero ser yo
Ardaitz Crespo
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a su memoria
ella esta aqui
en esta lapida
que es su ultima morada
y en ella descansa
en paz eterna.
Aqui donde yace
se levanta un monumento
a su memoria
que es eterna.
Sus hijos lloran
porque ella ya no esta
pero saben que en su corazon
ella vive para siempre.
Enetz Quintana
Nuestra Lista de Poemas para Lapidas cortos:
la que guarda los recuerdos de mi pasado
Esta es la piedra que nunca olvidaré
la que guarda los recuerdos de mi pasado
el que siempre recordare
la que siempre estará conmigo
Esta es la piedra que nunca olvidaré
la que guarda los recuerdos de mi pasado
el que siempre recordare
la que siempre estará conmigo
Esta es la piedra que nunca olvidaré
la que guarda los recuerdos de mi pasado
el que siempre recordare
la que siempre estará conmigo
Remigio Contreras
Y su falta de perdón
Lápidas
Las lapidas son tan frías
Y tan implacable
Son el epítome de la muerte.
Y el final de toda la vida
Pero en su frialdad
Y su falta de perdón
También tienen una belleza
Eso lo pueden ver los que miran
Porque en su frialdad
Y su falta de perdón
Ellos también mantienen una paz
Eso puede ser sentido por aquellos que tocan
Orestes Gonzalez
Los grabados hablan de amores y vidas
Este es el lugar donde yacen
Los que no tienen nada más que decir
Lo dieron todo, ahora están descansando
Su historia tallada en piedra
Los grabados hablan de amores y vidas
De risas y de lágrimas
Pero sobre todo, de recuerdos.
que apreciamos
Aunque se han ido, no se olvidan
Porque en nuestros corazones, todavía viven en
Y su amor seguirá brillando
Brillante como la luz del día
Herminio Alvarez
