5 Mejores Poemas de Denuncia Social

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La voz del olvidado

En callejones oscuros y desgastados,donde se pierden los sueños y la esperanza,se escucha el grito del olvidado,el que la sociedad desprecia con desgana.Niño descalzo, mujer maltratada,anciano sin techo, sin voz ni mirada,son la voz del silencio que no es escuchada,en un mundo que los margina y rechaza.La desigualdad es el cáncer que nos consume,mientras unos pocos acumulan riquezas,otros mueren en la miseria que les consume,sin oportunidades, sin salidas, sin piezas.Es hora de despertar, de abrir los ojos,de dar voz a los que fueron callados,de alzar la bandera de la justicia y el enojo,para cambiar un sistema tan corrupto y maltratado.No más silencio, no más indiferencia,es hora de levantarnos y luchar,por un mundo más justo, con más conciencia,donde todos tengan el derecho a soñar.

Reflejos en la ciudad

En la ciudad de concreto y metal,

donde los sueños se desvanecen,

donde la desigualdad se extiende,

donde la injusticia prevalece.

Las calles llenas de gritos silenciosos,

de rostros cansados y miradas perdidas,

de historias que nadie escucha,

de vidas que se desvanecen en la nada.

El dinero rige sobre la moral,

la corrupción se apodera de las mentes,

el poder se concentra en unos cuantos,

mientras la mayoría lucha por sobrevivir.

Levantemos la voz, hermanos y hermanas,

contra la opresión y la desigualdad,

por un mundo más justo y equitativo,

donde todos puedan vivir en paz y dignidad.

En esta ciudad de luces y sombras,

no permitamos que la esperanza se apague,

uniendo nuestras fuerzas y corazones,

para construir un futuro mejor para todos.

La Voz del Silencio

En las calles desoladas, donde se oculta la verdad, se escuchan los lamentos, de la gente sin hogar.

Sus rostros marcados, por la injusticia social, gritan en el silencio, pidiendo igualdad.

Los niños desnutridos, sin educación ni salud, son víctimas del sistema, que los condena a la exclusión.

Mientras tanto, los poderosos, se llenan los bolsillos, con el dinero de los pobres, sin importarles su destino.

Es hora de alzar la voz, de romper con la apatía, de luchar por un mundo justo, donde la dignidad no sea una utopía.

La denuncia social es nuestro grito, nuestra arma más potente, para enfrentar la injusticia, y construir un futuro diferente.

La triste realidad

En un mundo lleno de desigualdad,donde unos pocos tienen todo el poder,mientras la mayoría lucha por sobrevivir,la injusticia se impone sin pudor.Los niños sin educación ni alimento,las mujeres sufriendo violencia sin fin,los ancianos abandonados en soledad,mientras los ricos acumulan más y más.La corrupción campea a sus anchas,y la impunidad reina en cada rincón,mientras los más vulnerables siguen sufriendo,sin encontrar una solución.Es hora de despertar y alzar la voz,de unirnos en la lucha por un mundo mejor,donde la igualdad y la justicia reinen,y la esperanza vuelva a florecer en nuestro corazón.

El grito de los olvidados

En las calles sucias y oscuras, donde el hambre se hace compañía, se escucha el lamento de los olvidados, que claman por justicia y alegría.Niños sin zapatos, sin escuela, viven entre cartones y basura, mientras los ricos derrochan su riqueza, sin importarles la desventura.La corrupción se filtra por las venas del sistema, y la injusticia impera sin cesar, mientras los poderosos se enriquecen, a costa de la miseria de los demás.Nos han robado la esperanza, nos han arrebatado la dignidad, pero no nos quedaremos callados, hasta que la igualdad sea realidad.Levantemos la voz por los que ya no pueden, exijamos un mundo más justo y más humano, porque mientras exista un solo desamparado, seguiremos luchando, firmes y hermanos.